Alinyà, la montaña de los buitres

El Prepirineo es único por muchas razones. Para la naturaleza ibérica este cordón montañoso paralelo al eje axial pirenaico es un mosaico de ecosistemas al sur de la gran cordillera. Por su ubicación alberga ecosistemas propios de la naturaleza europea en su vertiente norte y de características más continentales y mediterráneas en su cara meridional. Aquí se dan la mano ambientes y especies de flora y fauna propias de ambas vertientes en un singular éxtasis botánico y faunístico. Amén del paisajístico, claro.

Y existe una montaña prepirenaica donde suceden cosas únicas. Naturalmente. Se trata de la Montaña de Alinyá (Muntanya d’Alinyà), un espacio natural sin parangón de nuevo por múltiples razones. Entre sus escarpados relieves eminentemente  calizos con presencia menor de margas y arcillas, y bosques de coníferas, sobran los motivos naturales para una visita pausada. Desde este rincón leridano en el Alt Urgell, ondea la bandera de las grandes rapaces como en contadísimos lugares pues es una de las pocas regiones en las que es posible observar a los cuatro buitres europeos en libertad, un verdadero concierto de grandes necrófagas interpretado por quebrantahuesos, buitres leonados, buitres negros y alimoches. Casi nada.

A la mesa de la mejor naturaleza prepirenaica

Está incluido en el Espacio de Interés Natural Sierras de Odén-Port del Comte y pertenece a la Reserva Nacional de Caza del Cadí. La Montaña de Alinyà está englobada en la Red Natura 2000 y pertenece desde el año 1999 a la red de espacios naturales de la Fundación Catalunya-La Pedrera. Otra singularidad más tiene que ver con su gestión ya que, con 5.352 hectáreas, es la mayor finca privada de Cataluña. Y claro, en tan vasta superficie, con un gradiente altitudinal entre 500-2.380 metros y con la buena labor de los grandes profesionales que se encuentran al frente (Jordi Dalmau y David Manzanera), el resultado es un destino de naturaleza de primer orden, con guías de excepción y donde no faltan los productos ecoturísticos entre los que elegir. Una carta de turismo de naturaleza donde poder observar rebecos, urogallos, y en la que cada sábado se sirve un menú que se ha convertido en plato tradicional para los necrófagas y la estrella de la carta para los visitantes. Me refiero a la actividad “Comiendo con Buitres”.

Cada sábado entre mediados  de marzo y primeros de diciembre (17 marzo al 8 diciembre en 2018) se realiza (bajo reserva) un aporte alimenticio para las necrófagas que depara un espectáculo sin igual para el visitante que, atónito, contempla desde el mirador de los Buitres, cómo del cielo comienzan a “llover” por cientos estas enormes rapaces. La actividad se inicia, como todas, en La Rectoría de Alinyà, el centro de visitantes ubicado en el pueblo. Y en este caso combina el senderismo, observación e identificación, birdwatching y paisajes. Si además quieres hacer de “guarda por un día” y ayudarle a depositar la comida (bajo reserva) puedes tener una perspectiva única, casi como la de este increíble video de 360º con Realidad Virtual grabado en el lugar (selecciona calidad 4k para verlo) y que te contamos en nuestra experiencia de birdwatching.

Y además de caminar una vez más destaca la variada carta de platos naturalistas que rodean al menú estrella, con salidas guiadas y talleres de diversa índole, desde los centrados en las plantas aromáticas o en los rebecos, hasta la meteorología o el anillamiento científico de aves.

He tenido la fortuna de ir a la Montaña de Alinyà en varias ocasiones y en pocos lugares he vivido un contacto con la naturaleza tan intenso e íntimo; tanto que no importa cuantas más iré, pero seguro serán varias. Alinyà atrapa.