Celo de la cabra montés en la Sierra de Gredos
Situación
Ávila
Accesos
La localidad de referencia es Hoyos del Espino (Áviila), a la que se accede por el norte desde Ávila capital o por el sur desde La Vera a través de la N-502.
Desde Hoyos del Espino parte la carretera de 14 km. que conduce a La Plataforma de Gredos, donde existe un aparcamiento.
Highlights
Las manadas de cabra montés, que abundan en la zona (en la sierra de Gredos hay alrededor de 9.000 cabras) y que centran el protagonismo de esta experiencia.
Cuando
Noviembre es el mes en el que la subespecie de cabra montés que habita estas montañas del centro de la península Ibérica entra en su época reproductora. Dependiendo de cómo venga el frío pero mejor hacia finales de mes.
Consejos
Aunque es una especie que tolera con cierta facilidad la presencia humana, realiza la actividad de forma responsable, sin molestar a los animales. Siempre es recomendable la observación a distancia prudencial, ayudado de prismáticos y cámara fotográfica con potente teleobjetivo (mínimo recomendable 400 mm.). Permanece atento siempre a la previsión meteorológica en la alta montaña y lleva ropa adecuada.
La Sierra de Gredos es uno de los mejores enclaves peninsulares para disfrutar del espectáculo natural del celo de la cabra montés. Allí nos fuimos para disfrutar de esta experiencia.
Finales de noviembre. Los machos monteses apuran los últimos días de disputa e intensas peleas por cubrir a las mejores hembras del grupo. El celo de la especie está llegando a su fin en las montañas de la sierra de Gredos. Es un grupo de alrededor de 60 cabras, la mayoría hembras y jóvenes que pastan apaciblemente en este soleado día entre los enormes bloques de granito por los que se mueven a sus anchas. Tras tres horas, las cabras me han aceptado casi como uno más del grupo y no se incomodan con mi presencia. Siguen a lo suyo. Los jóvenes a tomar el sol y amamantarse tumbados sobre las rocas, los machos jóvenes observando sin perder detalle los insistentes movimientos de los más adultos. Incluso intentan imitarles acercándose a las hembras. No hay nada que hacer, tres enormes machos tienen el dominio absoluto del grupo y entre ellos luchan por demostrarse quién es el más fuerte. Los brutales choques de cornamentas rasgan el silencio de Gredos. Yo, impasible, aferrado a mi cámara de fotos de potente teleobjetivo y bloc de notas, asisto perplejo al espectáculo a distancia prudencial. En ocasiones, la manada termina por envolverme.
Llevo 4 horas en medio de la manada y aunque el sol está comenzando a irse y el frío se deja notar, me resisto a marcharme. Quiero prolongar el momento. Estupendo e intenso momento.
Al final las hembras comienzan a bajar por la ladera con los más jóvenes y los machos tras ellas. Seguramente bajan a beber al río. Por mi parte es hora de regresar.
Momentos como este se disfrutan en otoño en algunas montañas de la península Ibérica. Sobresalientes e imborrables han sido los momentos similares a éste que he vivido por ejemplo en Sierra Nevada (Granada) y en el Torcal de Antequera (Málaga). También en la vertiente madrileña de la Sierra de Guadarrama. Siempre con la cabra montesa (Capra pyrenaica) como protagonista, y variable temporalmente en función de la latitud geográfica, su presencia en diferentes sierras hace que se trate en realidad de poblaciones pertenecientes a subespecies diferentes. En zonas peninsulares más meridionales suele ser en diciembre o incluso comienzos de enero. La cabra montesa de Gredos es la subespecie Capra pyrenaica victoriae y en esto de la época reproductora es de las más tempranas.
La población del parque regional de la Sierra de Gredos está formada por unas 9.000 cabras que se reparten y mueven por las vertientes septentrionales y meridionales de la sierra. Siempre buscando las rocas y los pastos herbáceos que les proporcionan cobijo y alimento respectivamente. En otoño, cuando llegan el frío y la nieve a las cotas más altas de Gredos, las cabras bajan a altitudes menores y se llega antes a contactar con los grupos. Los de más fácil acceso son los que se mueven en la zona de La Plataforma de Gredos, al final de la carretera desde Hoyos del Espino (Ávila). También la zona del Puerto del Pico. Existen diferentes partidas o grupos que tienen territorios bien definidos, aunque no fijos, si bien la abundancia de cabras es tal que pueden aparecer casi en cualquier lugar de la sierra.
Las mejores y más accesibles zonas para observar cabras en La Sierra de Gredos son: los pedregales de los alrededores del kilómetro 10 de la carretera de la Plataforma de Gredos (Los Lanchares), la plataforma de Gredos y la zona del Risco del Facioso, Las Chorreras (entre la garganta de las Pozas y la de Prao Puerto, tras el refugio de Reguero Llano) o las Paredes Negras (al final del Prado de las Pozas de camino al circo de Gredos), por citar algunas. Acércate a disfrutar de la experiencia siempre de forma responsable.