Bialowieza, con los bisontes del gran bosque virgen europeo
Situación
Polonia
Accesos
Bialowieza se encuentra al oeste de Polonia, en la frontera con Bielorrusia. El acceso más rápido es desde Varsovia por la autopista S8 y la DW694. Son 230 kilómetros desde la capital polaca (unas 3 horas de ruta).
Highlights
El Bosque de Bialowieza y la población de bisontes salvajes. Crecen más de 4.500 especies de flora y entre la fauna destaca también el lince boreal, el lobo gris, el ciervo, el corzo y el alce.
Cuando
La mejor época para observar a los bisontes en libertad es el invierno, cuando la nieve cubre el bosque y se acercan hasta los puntos de alimentación. Para ver el bosque mejor primavera, verano y por supuesto el otoño. De abril a noviembre.
Consejos
La agencia especializada en viajes de naturaleza Ecowildlife Travel, organiza varios viajes a Bialowieza durante el año. Recomendable ir con sus guías especialistas. Los viajes suelen combinar varios parques nacionales polacos.
Alrededor del pequeño pueblo de Bialowieza crece el mayor bosque virgen de Europa, hogar de los últimos bisontes salvajes. La mayor parte del parque nacional está vedada al turismo pero hay una zona de reserva que se puede recorrer en compañía de un guía oficial para descubrir una de las joyas naturales del viejo continente…
En el año 1932 once bisontes europeos eran reintroducidos en el bosque polaco de Bialowieza como primer paso para salvaguardar el negro futuro de una especie que había desaparecido en libertad. Se declaró este espacio natural, catalogado como Reserva Forestal desde 1921, como parque nacional (1947), se acondicionó un recinto para su adaptación, estudio y reproducción del mayor mamífero europeo en un retazo de bosque y en 1954 se soltaron en el bosque. El centro de reproducción y cría en cautividad de Bialowieza hoy alberga, además del bisonte, otras especies autóctonas como el lobo gris, el lince boreal, el alce, el ciervo, el gato montés, el corzo, o el jabalí, entre otras especies que moran en esta espectacular extensión forestal. También caballos tarpanes, los robustos caballos locales que antes vivían libres en la región y que ahora traen en carromatos a los visitantes que se acercan al centro o que quieren dar un paseo por el bosque.
Desde el punto de vista botánico el parque contiene 809 especies vasculares, más de 3.000 especies de criptógamas y hongos, casi 200 especies de musgos y 283 especies de líquenes. En el apartado faunístico, en Bialowieza viven más de 8.000 especies de invertebrados, crían 120 especies de aves y 52 especies de mamíferos. Ahí es nada.
El parque nacional Bialowieza alberga 10.517 hectáreas del bosque fronterizo con Bielorrusia, una de las mejores representaciones forestales del continente europeo y probablemente uno de sus últimos retazos virginales. De hecho, la mitad es reserva integral con la máxima protección, donde nadie puede entrar y probablemente nadie hay pisada nunca. Otra pequeña porción del bosque es también reserva pero admite visitas a pie con el único sendero que permite adentrarse en la penumbra de este manto verde. Sendero que, por otra parte, sólo puede recorrerse con permiso previo y la compañía de un guía oficial del parque. El resto del bosque alberga el centro de cría del bisonte y otras rutas para bicicleta y senderismo, como por ejemplo la senda de los Robles Reales, con ejemplares centenarios.
Hay otras zonas de gran interés que tienen que ver con el águila pomerana, que encuentra en las zonas abiertas y encharcadas de Bialowieza, un hábitat idóneo. Existen diferentes torres de observación ornitológica dirigidas especialmente a observar esta rapaz.
Tras unos últimos años convulsos, en los que se autorizó la tala del bosque, la justicia paró esta aberración extractora de madera para permitir que el bosque de Bialowieza siga siendo lo que es, el mayor bosque templado prístino del continente.
Por el interior del bosque primario
La ruta que se adentra en la reserva lo hace mediante una senda que se abre paso por terreno absolutamente plano que recorre una parte de bosque caducifolio y con la presencia de alguna conífera. El trazado de este recorrido es una magnífica representación de este bosque con especies caducas y perennes. También atraviesa zonas encharcadas con la ayuda de pasarelas de madera estratégicamente colocadas para evitar la posible erosión de las pisadas. La ruta se adentra a través de pistas abiertas hace siglos por la realeza y también alguna senda.
El paseo guiado suele comenzar en realidad en los jardines del palacio (en el pueblo de Bialowieza) donde se encuentra también el centro de visitantes, y va metiendo al visitante en harina mientras recorre estos fabulosos jardines camino de la puerta de madera que da paso al paraíso forestal de Bialowieza. En total son visitas de alrededor de 4 horas, de las que la mitad transcurre en el bosque primario.
Esta ruta guiada es la mejor forma de conocer cómo funciona el bosque, su ciclo biológico. Aquí nada se toca, sólo actúa la naturaleza. Si un árbol cae se deja como está para que los descomponedores hagan su trabajo y el ciclo comience (o se complete). Caminar en absoluto silencio por este bosque prístino, sabedores de que somos muy pocos los que ese día están viviendo semejante experiencia, es un privilegio que reconforta aún más. El silencio permite además poder tener algún avistamiento de fauna inolvidable, como puede ser el bisonte, el lobo o el lince boreal. Todo es posible en un terreno que ellos saben es su hogar y los humanos somos un pequeño grupito de afortunados invitados a su casa.
¿Dónde ver bisontes europeos?
El bisonte europeo (Bison bonasus) es el mayor bóvido del Viejo Continente. El mayor mamífero que todavía habita en la naturaleza de Europa, duplicando en peso por ejemplo al buey almizclero que vive introducido en latitudes mucho más septentrionales. Y lo hace en estado salvaje sólo en dos lugares: Polonia y Bielorrusia. De hecho, en realidad se trata del mismo lugar, un inmenso bosque primario en la frontera entre estos dos países que a estas alturas de reportaje ya nos es familiar: el bosque de Bialowieza. Allí viven los últimos ejemplares en libertad en su hábitat natural, que lejos de ser el de las praderas abiertas, como su hermano el bisonte americano, al europeo le gusta más el hábitat forestal, refugiarse en la seguridad del bosque (caducifolio y perennifolio). Su escasa población y sus costumbres forestales hacen que no sea fácil observarlo.
En 2013, Ocho ejemplares fueron reintroducidos en la naturaleza en la región alemana de Bad Berleburg.
La historia del mayor mamífero europeo es dramática. En siglos pasados era abundante y estaba bien distribuido por todo el continente llegando hasta Asia occidental. La reducción de su hábitat y sobre todo su reputación como trofeo cinegético primero y su caza indiscriminada como fuente de alimento en la Primera Guerra Mundial después, le llevaron al borde de la extinción. De hecho desapareció en estado salvaje. La reintroducción en el bosque polaco de Bialowieza, convertido en parque nacional y buque insignia de la naturaleza polaca, de once ejemplares ha permitido el retorno de la especie a su hábitat natural. Población que ha crecido hasta casi el millar de ejemplares, más de 500 bisontes en la parte polaca y alrededor de 400 en el lado bielorruso del bosque. Son los últimos bisontes europeos salvajes.
El mejor momento del día para observarlos es al amanecer y la mejor época en invierno, cuando se concentran en manadas más grandes, que pasan de estar integradas por una veintena de bisontes a estar formadas por cincuenta o más individuos. Ante la falta de alimento, en invierno el parque nutre una serie de puntos de alimentación suplementaria, en torno a los cuales los bisontes suelen observarse al alba. Encontrarnos con ellos en el interior del bosque no es misión imposible, pero sí muy difícil.
La población actual se estima alrededor de 4.300 ejemplares pero excepto los citados salvajes reintroducidos en el bosque a partir del centro de cría en 1954, y otros pequeños grupos en las zonas polacas de Borecka (reintroducidos en 1962), Bieszczady (1964), Knyszynska (1973), y Nadlesnictwo Walcz (1983), el resto viven en reservas en semilibertad o en zoológicos. Existen varias reservas de bisonte europeo repartidas por el continente (Rumanía, etc.), incluso también en España (en la Montaña Palentina, etc.), donde vivían hace miles de años (si no que se lo pregunten por ejemplo a los artistas prehistóricos que los plasmaban en las paredes de Altamira). En Polonia se encuentran en Pszczyna (creada en 1865), Smardzewice (1934), Niepolomice (1938), Miedzyzdroje (1976), Goluchów (1977).
En Bialowieza, además de los bisontes en libertad, otros viven en el centro de cría en cautividad de especies autóctonas que existe en el parque, que de hecho fueron el germen durante veinticinco años para la manada salvaje. Bisontes y Bialowieza van de la mano, el bosque mejor conservado de Europa alberga los últimos bisontes salvajes, parientes de los que un día, hace apenas un siglo, corrían libres entre los enormes árboles polacos. Sin duda el mejor lugar para observarlos en libertad.