Orquídeas en la Sierra de Aracena y Picos de Aroche

¿Te gustan las orquídeas? Pues súbete a la bicicleta eléctrica de montaña y acompáñanos a través de este reportaje a un rincón de Andalucía donde estas bellas flores se muestran por doquier.   

En el norte de la provincia de Huelva, marcando el extremo occidental de la Sierra Morena andaluza, se encuentra el Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Una gran masa forestal que tapiza estas montañas de mediana altitud en la que destacan no solo su bosque mediterráneo, pródigo en encinas y alcornoques, sino buenas manchas de roble rebollo y grandes castañares. El clima suave y la alta pluviosidad recuerdan en cierto modo a un clima tropical, con el que suele identificarse el grupo de plantas que en esta ocasión nos trae a este precioso rincón natural andaluz y su enorme biodiversidad micológica.

La primavera es especialmente bella en la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Sus célebres dehesas lucen durante esos meses una alfombra de gala formada por miles de flores. Flores pertenecientes a varias familias y de colores diversos que hacen que no existan dos tramos iguales de dehesa. Suelos malvas, amarillos, rosas, blancos, rojos… que ponen la nota de color al perenne marrón y verde de encinas y alcornoques. El alcornoque, tras el descorche, aporte un color más al cuadro: el naranja en diferentes tonalidades.

Entre todos los grupos de flores que crecen en estas sierras onubenses, hay un tipo que llama particularmente la atención. Belleza e ingeniería floral a partes iguales. Nos referimos como no podía ser de otra manera a las orquídeas y sus flores de diseño. Se trata de un grupo de plantas con inflorescencias en espiga o en racimo y que establecen complejas relaciones con los insectos y hongos; tan complejas que solo son posibles de realizar en ecosistemas sanos.  Su presencia es pues un buen bioindicador. Ophrys y Orchis son dos géneros presentes en el parque natural con diferentes especies que me gustan especialmente. Aunque para gustos los colores se dice, y en eso, en lo de los colores, las orquídeas también ofrecen un buen repertorio.

Estamos muy de acuerdo con los orientales, para quienes simbolizan la perfección. Y con tantas y tan dispares culturas a lo largo y ancho del planeta, que han ensalzado y venerado desde tiempos inmemoriales sus múltiples virtudes, desde la fragancia hasta propiedades curativas. En cualquier caso ejercen un inmenso poder de atracción que se torna hipnótico cuando tenemos la fortuna de tener delante alguna de las aproximadamente 25.000 especies diferentes de orquídeas que existen en el mundo. Y en la Sierra de Aracena y Picos de Aroche esa fortuna se repite si conocemos bien su biología y la preferencia de cada especie de orquídea para elegir sustrato. Aquí viven cerca de 30 especies diferentes, casi la mitad de las especias catalogadas en Andalucía.

Los que conocen muy bien este apasionante mundo y todos los secretos botánicos del parque natural son las empresas locales Babel Nature y eBike Aracena, que han unido esfuerzos para ofrecer una experiencia en la naturaleza difícil de olvidar: la observación de orquídeas en bicicleta eléctrica de montaña. Fantástica combinación. No, no se trata de hacer deporte (al menos como actividad principal) sino que la bicicleta es el medio de transporte para movernos por las pistas y caminos de la sierra, de forma sostenible, y ayudados por pequeños motores  eléctricos que hacen mucho más cómodo el pedaleo. Haremos ejercicio físico, sí, pero el objetivo final es poder ver el mayor número posible de especies de orquídeas mientras descubrimos diferentes ambientes naturales. Y para ello, nada mejor que la figura de un guía de naturaleza de la talla de Daniel Calleja, alma mater de Bael Nature y un fantástico guía multidisciplinar de naturaliza y educador ambiental.

Cuando llegamos a hábitats propicios para las orquídeas, es hora de bajar de la bicicleta y agudizar la vista. Siempre desde el camino o senda, pues hay que caminar con sumo cuidado. Solo así podemos prestar la atención suficiente para descubrirlas y por supuesto  desplazarnos con la cautela necesaria para no dañar ninguna planta. En el caso de las orquídeas especialmente cuando todavía no han florecido y, más difíciles de ver, podríamos pisar su base.

¿Cuándo?

Las orquídeas en la Sierra de Aracena y Picos de Aroche florecen durante casi todo el año, así que podemos encontrar especies floridas desde el invierno hasta el otoño. De esta forma descubrimos desde la más madrugadora de todas (Barlia robertiana), que florece en pleno enero, hasta la última en hacerlo (Spiranthes spiralis), allá por el mes de octubre.

De la mano de Daniel vamos conociendo un paisaje diferente, sin pasar por alto casi ningún detalle de los ecosistemas serranos en los que crecen las orquídeas. Disfrutamos de lo lindo con la belleza eterna de sus flores y conocemos de primera mano las estrategias que tienen para atraer a los insectos, ya sea seduciéndolos con alimento, engañándolos o incluso capturándolos. Y también cómo el poder de atracción visual que  ejercen a nuestros ojos sus flores, se torna en atracción olorosa para los insectos, con los que son capaces de tejer complejas relaciones. Si hay que adaptar la forma de la flor al cuerpo de una hembra de insecto y emitir sus feromonas para que el macho acuda a “reproducirse” y consigamos con ello la polinización… pues no se hable más, se hace. No dejan de sorprendernos estas estrategas botánicas de belleza simpar.