Bike birding Sierra Oeste de Madrid

El extremo oriental de la Sierra Oeste de Madrid, donde sus suaves perfiles dan la mano a la alta montaña de la sierra de Guadarrama, ofrece al visitante una enorme variedad de ambientes colonizados por aves de la talla del águila imperial, el águila de Bonelli, el buitre negro o el águila real. Paisajes que explotan de belleza al llegar la primavera e idóneos para recorrer en bici eléctrica.

Si bien la Sierra Oeste madrileña está dentro de la Red Natura 2000, no cuenta con el renombre de alguna figura de protección -que bien podría merecer- que le acompañe para sobresalir entre los destinos ecoturísticos del panorama nacional. Al contrario de lo que ocurre con el vecino Parque Nacional sierra de Guadarrama, que se lleva todos los flashes, la Sierra Oeste es un lugar emergente como destino de naturaleza. Bien conocido por los madrileños como terreno de ocio y segunda residencia, se está abriendo camino a buen ritmo y con merecimiento en el mapa ecoturístico nacional. Y lo está haciendo, sobre todo, de la mano de su mejor embajador: el águila imperial ibérica. Nuestra gran rapaz endémica ha visto cómo su población local goza de una gran salud, recuperando terreno como lo está haciendo en el resto de la península (520 parejas en el último censo de 2017) hasta el punto de albergar, hoy por hoy, la mayor densidad mundial de la especie -quizá con permiso del también madrileño Monte de El Pardo. Solo por ello, ya bien merece la pena una visita. Pero es que hay mucho más.

Y para comprobarlo nos hemos acercado hasta Zarzalejo para realizar, en compañía de la empresa local Las Machotas -toma el nombre de dos montañas gemelas de la zona-, una ruta en btt por estas preciosas dehesas madrileñas. No son pocos los ejemplos de empresas de turismo ecoactivo, empresas que abren el abanico del turismo activo, al que se han dedicado siempre, para incorporar la creciente demanda de observación de naturaleza. No prima la realización de deporte ni la actividad física, sino el uso en este caso de las bicicletas de montaña como medio de transporte con la finalidad de la observación de aves. En la mochila, además de agua y algún refrigerio, llevamos prismáticos, trípode y telescopio.

¿Por dónde empezar?

Por elegir una ruta acorde a nuestros objetivos y a nuestras posibilidades físicas. Y eso que en esta ocasión contamos con un enorme aliado que son las bicicletas eléctricas. ¡Qué comodidad!

En nuestro caso, aconsejados y acompañados de un guía de la empresa, realizamos un bellísimo recorrido buscando variedad paisajística y un mayor número de hábitats para las aves.

El trazado elegido coincide en buena parte con la ruta 2 del catálogo de excursiones que ofrece Las Machotas. Es una ruta de dificultad media (puede acortarse) y en su mayoría transcurre por buen firme, compacto -excepto 1,5 km. de firme más roto pero sin mayor problema.

El inicio y final se establece en Zarzalejo. En la primera parte del recorrido cruzamos por la dehesa de la Sierra y la dehesa de Robledo (dentro de la Zona de Especial Protección para las Aves “Encinares de los ríos Alberche y Cofio”) para después, en Fresnedillas de la Oliva (hay un centro de interpretación de la naturaleza), por cañadas como la de Vinateros y la Cañada Real Leonesa, atravesar preciosos paisajes de dehesa mixta donde crecen encinas, enebros y fresnos hasta el paraje de La Puente, que salva el arroyo de la Moraleja. Además de las grandes losas de granito que forman este antiguo puente medieval, te cautivará la floración de los cantuesos.

Desde La Puente, por caminos poco transitados, llegamos a zonas más abiertas como Los Ismaeles. El recorrido se presta a un buen número de paradas, por la belleza de algunos de sus rincones y por el encuentro con las aves. La primavera hizo que las primeras se sucedieran y el día fue generoso con los avistamientos en el segundo caso. Infinidad de pajarillos, un buen número de alcaudones, abubillas, rabilargos y especial abundancia de rapaces. Pero dos observaciones especialmente reseñables, la de una pareja de águila imperial en plena caza y la de un águila de Bonelli que quiso dejar claro el éxito del proyecto de reintroducción LIFE Bonelli para la Recuperación integral de las poblaciones de águila-azor perdicera en España. Fabuloso.