Ecotouring

Slow Drive Liébana, una ventana con vistas

27/03/2025 Autor: Alfonso Polvorinos
  • En familia
  • Paisajes
  • Top
  • foto_panoramica
  • galeria

Situación

Cantabria

Convertir a tu vehículo en una habitación con vistas es fácil cuando las carreteras que tienes por delante son las que recorren Liébana. Un mirador permanente. Y las buenas panorámicas han de asimilarse con paciencia. Dentro del frenesí vital en el que estamos inmersos, Liébana tiene propiedades terapéuticas.

¿Ecotouring?

El touring es una forma de viajar itinerante que consiste realizar rutas turísticas de carácter temático, pero realizar un recorrido de ecotouring no es conducir por la naturaleza sin más. El prefijo eco implica hacerlo de forma responsable, con compromiso, primando la contratación de empresas locales, el consumo de productos Km.0, el uso consciente de los recursos, etc. Es también primar la movilidad sostenible. Para todo ello Liébana es un destino de garantías, adherido a SoyEcoturista y con diferentes sellos de calidad que hablan muy bien de la forma de trabajar de sus empresarios y gestores del destino. El Sistema de Reconocimiento de la Sostenibilidad del Turismo de Naturaleza en la Red Natura 2000 (ZEC Liébana) es uno de ellos.

Con mil y un atractivos y otros tantos motivos para conocerlos, prepara una visita de varios días, sin prisas, empleando los días que hagan falta para empaparse al máximo a través de una conducción lenta para escudriñar el territorio, para realizar una inmersión sensorial completa en un destino ecoturístico de primer orden internacional como este. Organízate para hacer un paréntesis en el ritmo diario y pon rumbo a Liébana para conectar sensaciones.

Movilidad sostenible. La comarca cuenta con una excelente red de puntos de recarga para vehículos eléctricos.

Los Recorridos

Existen tres vías de entrada a la comarca lebaniega: por el norte accediendo desde la costa a través de la N-621 por el angosto Desfiladero de La Hermida, por el sureste, viniendo desde el centro de la península a través del Alto de Piedrasluengas, y por el suroeste coronando el Puerto de San Glorio desde tierras leonesas. Son tres accesos a cada cual más espectacular. Tanto, que te recomendamos conocer todas las entradas porque, además, cada una parece diseñada para disfrutarse en un momento del día, siempre con el sol a favor. Por la mañana, Piedrasluengas, a mediodía el Desfiladero de La Hermida y por la tarde San Glorio, sacarán la mejor iluminación para la postal permanente que es Liébana. Diferentes miradores repartidos por esta privilegiada comarca cántabra, junto a sus propuestas ecoturísticas, se encargarán de que tu estancia se prolongue todo el tiempo que quieras.

Acerca de las temáticas a abordar, en la presente propuesta de ecotouring prima sin duda la magna naturaleza que atesora la comarca, abanderada por la Reserva Nacional de Saja o el Parque Nacional de Picos de Europa. Liébana está dentro de la mayor red europea (y mundial) de espacios naturales protegidos, formando parte de la Red Natura 2000 como Zona de Especial Conservación (ZEC). Pero, aunque los atractivos naturales son la base del recorrido, es clave incorporar pinceladas de otras temáticas como la arquitectónica, etnográfica o religiosa. Todas con un gran peso específico en la región.

Llegues por donde llegues, aparca las prisas y prepárate a conocer un privilegiado destino de Ecoturismo en España. Afamado por sus paisajes, nada mejor que preparar un itinerario con el hilo conductor de sus mejores miradores.

La estratégica ubicación de Potes, en el centro de la comarca, es idónea también para acometer un recorrido de ecotouring diferenciando cuatro recorridos de slow drive que puedes combinar según tus gustos y preferencias.

Recorrido Norte: DESFILADERO DE LA HERMIDA-POTES con Valle de Bedoya (65 km.)

Bejes

Bejes es una población enclavada en la agreste montaña de Picos de Europa. Un lugar idóneo para tomar el pulso a los paisajes ganaderos de la comarca. Recientemente ha visto con satisfacción cómo en su cielo vuelve a volar el quebrantahuesos. Incluso cómo recientemente esta rapaz osteófaga ha vuelto a criar con éxito en Cantabria. Un atractivo más que sumar a la fauna lebaniega que ya de por si cuenta con una lista de primeras figuras como el oso pardo, el lobo ibérico, el venado, el rebeco cantábrico, el corzo, la nutria, el desmán ibérico, el picamaderos negro, el treparriscos, varias especies de anfibios endémicos…

Liébana fue pionera en unir quebrantahuesos y ganadería a través de un sello de calidad pionero. Corría el año 2012 cuando “Lechazos montañas de Liébana” se convertía en el primer producto español en obtener la marca nacional de garantía ”Pro-Biodiversidad”, que creó la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos. Esta marca distingue en el mercado productos agroalimentarios destinados al consumo humano en cuya producción se conserva la biodiversidad. Toma nota a la hora de sentarte a la mesa en alguno de los restaurantes de la comarca que lo sirven. Una excelente oportunidad para comer bien y contribuir además a la conservación.

No lejos de aquí, aunque de exigente (pero absolutamente espectacular) acceso a pie a través de la Canal de Urdón y el mítico mirador del Balcón de Pilatos se encuentra Tresviso, que ha inaugurado este año una balsa para anfibios en el pueblo. En Picos de Europa viven 10 especies de anfibios, algunas de ellas endémicas. Aunque se puede llegar por carretera (dando una vuelta considerable por territorio asturiano), si la forma física te lo permite no dudes en aparcar el vehículo y calzarte las botas de montaña para acometer esta zigzagueante ruta de ida y vuelta.

Subida a Tresviso.
Cueva Ciloña. Foto: PSTD

La Hermida

En pleno desfiladero, encajonada entre paredones de gran verticalidad, se ubica esta pequeña población. Desde su ubicación se abren diferentes opciones para conocer a fondo esta estrecha garganta: continuando con el aspecto ganadero y etnográfico, y sin quitarte las botas de montaña, puedes acceder a Cueva Piloña, una oquedad de grandes proporciones en la roca caliza bien conocida por los pastores locales para guarecer el ganado. Su aérea ubicación te dejará sin palabras. Como también lo hará la ruta turística Emboscados, que visita de la mano de las empresas locales un par de cuevas secretas que sirvieron de refugio a los Maquis en la Guerra Civil. Gracias al Plan de Sostenibilidad Turística de la comarca de Liébana se han mejorado los accesos a estos enclaves.

Desde el punto de vista de la flora, lo más destacable es el fenómeno de inversión térmica que se produce en el desfiladero y que redistribuye la vegetación en altura desplazando a las zonas soleadas y cotas superiores las especies más termófilas, como la encina, que se aferra a suelos pedregosos imposibles, dominados por pedreras y grietas en la roca calcárea. La parte baja del cañón es mucho más fría y umbría.

Encinar en el Desfiladero de la Hermida.
Robledal del Monte Hozarco.

También desde La Hermida, donde existen vías ferrata, se llega por carretera a Cicera (10,5 km.), que recibió el Premio Pueblo de Cantabria en 2022. En su bosque habitan desde tiempos inmemoriales seres mágicos, criaturas mitológicas que han cobrado vida a tamaño real recientemente gracias a la Senda Mitológica del Monte Horcera (Peñarrubia). Adentrarte en el robledal por el que se abre paso la senda es la mejor forma de llegar al espectacular mirador de Santa Catalina. Un balcón colgado en la vertical del Desfiladero de la Hermida que te hará contener la respiración. Con solo asomarte y sin tu saberlo, se desencadenarán en tu organismo una serie de gratificantes reacciones fisiológicas que desencadenan producción de dopamina, oxitocina, endorfina y serotonina. Es parte del poder sanador de la naturaleza y la capacidad de ésta para sobrecogernos con la contemplación de grandes paisajes.

Mirador de Santa Catalina, en Cicera.
Desfiladero de La Hermida desde el mirador de Santa Catalina.

El aparcamiento privado desde el que parte la senda en Cicera cuenta con baños, servicios para autocaravanas y puntos de recarga eléctrica. Estos servicios son una constante a lo largo de la comarca, especialmente en las zonas de visita turística, ubicados con gran acierto para facilitar la movilidad sostenible. Justo ahí donde se necesitan.

Y de regreso a La Hermida ¿qué tal un relajante baño termal? Sin duda muy a tener en cuenta cuando de movimiento Slow se trata. El balneario de La Hermida es un establecimiento hotelero reformado y en el que puedes disfrutar de sus tratamientos y circuito termal. ¿Apetece un baño a la luz la de la luna en su cueva termal o alguna de las pozas de agua caliente al aire libre?

De nuevo en ruta, la carretera N-621, atraviesa el tramo medio del río Deva, que se abre paso por el desfiladero. Es un tramo célebre por la presencia del salmón, y un mirador junto al río dedicado a esta especie permite obtener la visión contrapuesta al de Santa Catalina. Dos miradas al desfiladero tan diferentes como complementarias.

Iglesia de Santa María de Lebeña

Poco antes de que el desfiladero toque a su fin, la carretera nacional ofrece un asomo a Lebeña. La iglesia de Santa María de Lebeña, es un hito importante en el Camino Lebaniego. Una joya mozárabe fundada en el año 925 y muy bien conservada.

Santa María de Lebeña.
Valle de Bedoya.

Valle de Bedoya

Antes de llegar a Tama, una carretera local de 4 kilómetros remonta el Valle de Bedoya hasta San Pedro de Bedoya. Es un pequeño valle que domina la salida del desfiladero que acabamos de dejar atrás. Uno de los valles secundarios colgados sobre el principal, dominado por el río Deva. El de Bedoya ocupa el sector más occidental de la Sierra de Peña Sagra. De su microclima da buena cuenta la mayor extensión de viñedos de la comarca y la afamada producción de sus huertas, con productos como la cebolla roja de Bedoya. Una ruta senderista circular de 8,1 km. permite conocer la naturaleza del valle, con una representación de todos los ambientes forestales presentes en Liébana.

La empresa local Apícola Liébana Dulce, además de producir una miel excelente, ofrece experiencias ecoturísticas de apiturismo en San Pedro de Bedoya.

Vaca tudanca.

Centro Visitantes Parque Nacional Picos de Europa.

De regreso al fondo del valle es de visita obligada el centro de interpretación del Parque Nacional Picos de Europa en Tama. Sus exposiciones y paneles informativos ilustran muy bien sobre la geología, flora, fauna, cultura y etnografía no solo de Picos, sino de los ecosistemas presentes en tierras lebaniegas.

Centro de visitantes Parque Nacional Picos de Europa.

Castañar milenario El Habario.

De Tama parte otra carretera local que, cambiando de ladera, lleva a Pendes y Cabañes. Entre ambos pueblos la carretera atraviesa un paraje natural de enorme interés. Es el castañar milenario de El Habario, con alrededor de doscientos enormes ejemplares de castaño, algunos de dimensiones realmente sorprendentes. Desde aquí, parte una senda sin dificultad que lleva al Corral de los Moros, un promontorio rocoso excelente mirador natural. Algunos paneles informan sobre la flora y fauna del lugar. El entorno de ambas poblaciones está dominado de nuevo por los paisajes ganaderos.

Alrededor de doscientos castaños centenarios forman el sorprendente bosquete de El Habario.

Sierra del Oso

Ofrece una excelente oportunidad de conocer los aguardientes, cremas y licores de orujo que producen sus afamadas alquitaras. Esta destilería ofrece visitas guiadas.

 

Potes

Capital comarcal y auténtico eje vertebral de la vida en Liébana, concentra la mayoría de los servicios y posee un casco histórico formidable declarado Conjunto Histórico-Artístico (1983) en el que destacan sus puentes, casas nobles, la Torre del Infantado y la del Orejón de la Lama.

Potes

Recorrido Sureste: VALLE DE VALDEPRADO con Valderrodies y Valle Estrechu (82 km).

El acceso desde el centro peninsular, a través de la vecina Montaña Palentina, corona el Alto de Piedrasluengas para ofrecer una portentosa visión del valle de Valdeprado y los Picos de Europa. Unos metros puerto abajo se entra por la CA-184 en Liébana.

Antes de llegar a la Venta Pepín, adéntrate un par de kilómetros por la CA-281. El mirador del Jabalí y el Mirador del Zorro se encargará de recompensar con crece el desvío con sendas panorámicas sobre la comarca desde la parte alta del Valle de Valdeprado.

De regreso a la CA-184, la carretera prosigue su descenso a través de un bonito hayedo salpicado con robles en algunas zonas. La ladera de umbría está dominada por un vasto hayedo, mientras que la ladera de solana es la encina la que irá ganado protagonismo a medida que descendemos.

Parte alta del Valle de Valdeprado.

Casa de la Naturaleza de Pesaguero

En el km.14 de la carretera Ojedo-Piedrasluengas se encuentra la población de Pesaguero y su Casa de la Naturaleza. Esta casona del s. XVII es atendida por los guías de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Cantabria, quienes informan acerca de los valores naturales y culturales del entorno, así como la que atañe al uso público en la comarca, itinerarios guiados, autoguiados, lugares de interés, etc.

Valle del río Vendejo

Cerca de Pesaguero parte la carretera local que muere en Caloca -población más meridional de la comarca- a través del Valle del río Vendejo. Si descubres en el mapa carreteritas que llevan hasta lugares sin salida, adéntrate, esconden bocanadas de autenticidad y salud para la mente. Seguro las irás descubriendo también sobre la marcha. Estas tentaciones son las pequeñas grandes sorpresas: un bosque, una aldea, una panorámica.

Valdeprado.

Valderrodíes

Es éste otro de esos valles laterales en los que bien vale la pena perderse. De regreso a la CA-184, seguimos el descenso hasta poco antes de entrar en Cabezón de Liébana y encontrar la desviación a Lamedo. Lamedo, cuna de albarqueros, es el pueblo hasta el que llega la carretera de 8 km. que lo recorre. Bosques en excelente estado de conservación, aldeas ancladas en el tiempo, calma y relajación. ¿Necesitas más?

Apiturismo

En Puente Asnil, a la izquierda de la carretera se encuentran las dependencias de Colmenares de Vendejo. Cruzar su puerta es abrir la del conocimiento del apasionante mundo de las abejas. BeeXpereince es la experiencia turística que ofrecen al visitante para, en un par de horas, conocer la biología de las abejas, su compleja organización, ver un colmenar y, por supuesto, catando la exquisitez que estos importantísimos insectos producen.

La comarca lebaniega ofrece varias experiencias de ecoturismo en torno a las abejas.

Monasterio de Piasca

Junto a Colmenares de Vendejo, un cartel que señala Piasca 2 km. indica otra de esas paradas imprecibles. En esta ocasión relacionadas con el patrimonio histórico-artístico. Es la Iglesia del antiguo Monasterio de Santa María La Real que fue fundado en el s. IX y alberga las tallas y esculturas mejor conservadas de Cantabria.

Cerca, en se encuentra el Mirador de Los Cos, desde el que poder observar una buena visión de la parte alta del valle hasta Piedrasluengas.

Portada Iglesia de Santa María La Real.
Llegando a Cahecho.

Mirador de Liébana. Cahecho.

Poco a poco la proximidad del telón de fondo grisáceo de las imponentes cumbres del Macizo Oriental de los Picos de Europa, va ganando fuerza con su cada vez más cercana presencia.

Para disfrutarlo a conciencia, nada mejor que hacerlo desde el Mirador de Liébana, en Cahecho. En el Valle Estrechu. Pocas postales como ésta. Con ella abrimos el reportaje y pensando en ella llegamos a Potes.

Mirador de Liébana.
Por el Valle Estrechu.

Recorrido Suroeste: VALLE DE CERECEDA (55 km).

La carretera nacional N-621, que recorre Liébana de norte a sur entrando por La Hermida es la que nos va a permitir recorrer la zona suroccidental desde Potes hasta el Puerto de San Glorio, el paso asfaltado más alto de la cordillera Cantábrica. El río Quiviesa será nuestro compañero de viaje.

La Vega de Liébana

Como La Hermida, esta población de estratégico emplazamiento es un punto indispensable en cualquier recorrido de slow drive por la comarca. A apenas 6 kilómetros de Potes se encuentra la Sidrería Pago de Tolina, otro magnífico ejemplo de productor artesanal, en este caso con una bonita iniciativa ecoturística que recupera manzanos silvestres (Meila) para producir una deliciosa sidra natural.

Ruta 4×4 guiada a los Puertos de Pineda.

La Vega es también el punto de partida de la ruta en 4×4 guiada que sube hasta los Puertos de Pineda través de paisajes espectaculares y ofreciendo una interpretación sobre la flora y la fauna, geología, historia, etnografía de esta zona ligada a la ganadería trashumante.

Cerca de La Vega se encuentra también otra de las cuevas del producto turístico Emboscados. La Cueva de la Viorna fue otro de esos refugios secretos para los guerrilleros antifascistas.

Y de La Vega parte también la CA-894 (12 km) que lleva a los miradores de Dobres y Cucayo. La carreterita es una de las más escénicas de la comarca. Asciende desde Bárago retorciéndose por la ladera y atravesando incluso la roca en algunos túneles hechos a mano para poder llegar a Cucayo. Una vez aquí, no tendrás prisa por marchar.

Puertos de Pineda.

Casa de las Doñas

De regreso a la compañía del río Quiviesa en La Vega, continuamos por la N-621 para acometer la subida al Puerto de San Glorio. La Casa de las Doñas (Enterrías) es la primera parada indispensable en la ruta. También indispensable es concertar cita pues este museo solo realiza visita guiadas. Se ubica en un conjunto arquitectónico rehabilitado, representativo de la arquitectura rural popular y del modo de vida campesina del siglo XIX, compuesto por una hacienda rural que ha conservado sus elementos materiales e inmateriales.

Mirador del Corzo

12 kilómetros carretera arriba desde la Casa de las Doñas, en una de las revueltas de la nacional N-621, se ubica este mirador con excelentes panorámicas sobre el Valle de Cereceda. La Vega bajo tus pies.

Mirador del Corzo.
Amanece en el Valle de Cereceda.

Mirador del Oso

Restan solo 3 kilómetros para corona el Puerto de San Glorio, desde el que parte una pista de dos kilómetros hasta el collado de Llesba. Este collado está sin dida entre los que mejores panorámicas ofrece del recorrido. Con la comarca casi al completo y una vista frontal de la muralla caliza de Picos que se toca casi con la mano, querrás quedarte para siempre en estos prados.

Picos de Europa y mar de nubes desde el mirador del Oso, en el collado de Llesba.

Recorrido Oeste: VALLE DE VALDEBARÓ (32 km).

El Valle de Valdebaró es el más famoso y concurrido de Liébana. Desde Potes, una carretera de 23 km (CA-185) lleva hasta el mundo glaciar de Fuente Dé. Pero los apenas 25 minutos de conducción pueden convertirse en varias jornadas por el poderío de los atractivos que ofrece a ambos lados de la carretera. En un esfuerzo de condensación, aquí van los imprescindibles:

Monasterio de Santo Toribio de Liébana.

Uno de los Lugares Santos del Cristianismo. Espectacular edificio cuyo origen se remonta al s.VI y que alberga la reliquia del Lignum Crucis (Leño de la Cruz). Culmen del Camino Lebaniego.

Monasterio Santo Toribio de Liébana.
Mirador junto a la ermita de San Miguel.

Desde este monasterio parte la senda circular que conduce a la ermita de Santa Catalina y a la ermita de San Miguel. La ruta ha sido acondicionada por el Plan de Sostenibilidad Turística de Liébana y además de mejorar su trazado, ha dotado al mirador de San Miguel de una estructura volada para multiplicar las sensaciones del visitante. El valle, los Picos y tú. Nada más (y nada menos).

Mogrovejo, en la Lista de los Pueblos más bonitos de España.

Cascada del Deva

También el PSTD ha acondicionado la senda que lleva hasta este escondido salto de agua en el curso alto del Deva. Deja el vehículo en el aparcamiento público a la salida del pueblo de Cosgaya y camina 500 metros para llegar hasta la plataforma de madera a pie de cascada. Una grata y bastante desconocida sorpresa acuática.

Cascada del río Deva.

Hayedo de las Ilces

No puede faltar en este recorrido de Slow Drive una caminata por un hayedo y un robledal. Y el Hayedo de las Ilces, donde crecen también robles, es el elegido por muchos motivos. La ruta del Parque Nacional Picos de Europa PR-PNPE26 es un trazado circular de 9 kilómetros, sin apenas desnivel y donante en belleza. Espinama es la localidad que sirve de inicio y final a esta ruta por uno de los ambientes más representativos de Liébana. Si no quieres caminar las aproximadamente 3 horas de recorrido, simplemente prueba a adentrarte en este ambiente fantasmagórico, dominado por musgos y helechos, y date un buen baño de bosque.

Hayedo de las Ilces, en Espinama.
Valle de Valdebaró desde las invernales de Espinama.

Mirador estación superior El Cable. Circo de Fuente Dé.

Y a 3,5 km continuando desde Espinama por la carretera CA-185 el asfalto llega a su fin en el imponente Circo de Fuente Dé. Este anfiteatro de origen glaciar es un murallón calizo que protagoniza una de las imágenes más icónicas de Liébana… y de la España Verde. Aquí se encuentra el teleférico que permite ascender a las alturas donde se localizan los ambientes alpinos que sirven de hábitat a un buen puñado de preciadas aves. Son los dominios del rebeco cantábrico.

En la estación superior del teleférico se encuentra el mirador del Cable. Un balcón de rejilla metálica colgado sobre la roca te dejará sin palabras. Su panorámica sacará a pasear de nuevo las hormonas de la felicidad. Imposible mejor colofón a esta ruta de ecotouring por Liébana.

Mirador de El Cable.
Birdawatching aves alpinas.
Rebeco cantábrico.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies