Parque Natural de Mondragó. Mallorca

Enclavado en el sureste de Mallorca, este parque natural ofrece en un palmo de terreno, una idílica representación de calas, cordones dunares y vegetación costera mediterránea. Recorrerlo es lo más parecido a una quimera.

El parque natural de Mondragó es un espacio natural pequeño (766 ha) pero muy representativo del litoral mallorquín. Salvaguarda la naturaleza costera, entre calas de fantasía, sistemas dunares, acantilados y zonas húmedas, para mostrar esa costa maravillosa lejos de la proliferación de construcciones. Y es un parque natural eminentemente privado, con apenas un 12% de terreno público.

Mondragó fue declarado Parque Natural en 1992. Es también Área Natural de Especial Interés (ANEI) y forma parte de la Red Natura 2000 como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Lugar de Interés Comunitario (LIC).

Recorrer este espacio natural enclavado en el municipio de Santanyí en compañía de Martín’s Walks es una doble satisfacción. Por un lado, la de ir descubriendo a cada paso rincones de ensueño, y por otro hacerlo además de forma interpretada gracias a la profesionalidad de este guía ecoturístico local. Mondragó se recorre de manera sencilla, lejos de los esfuerzos de parajes escarpados. Hemos venido a disfrutar y ¡vaya si lo hemos hecho!

Martín’s Walks ofrece una excelente combinación de lo mejor de los itinerarios de uso público existentes en el parque natural, de forma que en una mañana (o tarde) de manera tranquila nos llevamos a casa la esencia de su naturaleza y esas postales playeras que tanta fama han dado a las calas de las Baleares.

El aroma de pinos carrascos envuelve el recorrido, que aúna de forma circular, una selección de enclaves que ofrecen las rutas del Mirador de ses Fonts de n’Alis, la Volta a sa Guardia d’en Garrot, Punta de ses Gatoves, S’Amarador y S’Hort d’en Metge. Por separado son rutas muy cortas pero este itinerario de Martin’s Walks que las enlaza, combina la extensión perfecta (ruta sencilla) para dejarte con la boca abierta. Poco a poco vamos conociendo más sobre la vegetación de la zona, sobre los restos de construcciones agrícolas y ganaderas que antaño se desarrollaban en el lugar, sobre la abundancia de las paredes de piedra en seco tan representativas de las islas Baleares, sobre los elementos para aprovechar el agua o el bosque, sobre los imponentes acantilados que delimitan el litoral abrigando las fabulosas playas.

Y es que a pesar de su reducido tamaño Mondragó es singular. La combinación de condiciones ambientales marcadas por la escasez de agua de lluvia, la salinidad y el viento permiten el crecimiento, sobre estos suelos pobres, de un generoso pinar litoral, al que acompañan algarrobos, lentiscos, acebuches, almendros, higueras, encinas, sabinas, y plantas como el romero, la jara estepa, o el brezo. Pero este mundo vegetal dominado por las aromáticos guarda una sorpresa (bueno, más de una) en forma de orquídeas con varias especies que crecen en la zona. En la punta de ses Gatoves se pueden observar en primavera (y en otoño) hasta una decena de orquídeas diferentes, además de la gatova, planta endémica de Mallorca que da nombre al saliente rocoso.

En Mondragó destaca el sistema dunar de S’Amarador en el que crece el cardo corredor marino, la lechetrezna de las playas o la azucena marina. Y en contraposición a la aridez de las dunas, tenemos el ambiente acuático de los estanques salobres de S’Amarador y las Fonts de n’Alins con su vegetación hidrófila a base de carrizos, juncos que son tan del gusto de aves acuáticas, reptiles y anfibios. Por si la fuerza de su contundente paisaje fuera poco, en el parque viven interesantes especies animales tan variadas e importantes como el erizo, la tortuga mediterránea, el sapo verde balear, la gineta o el lirón careto hasta el cormorán moñudo, el halcón peregrino o la gaviota de Audouin. Calas idílicas sí, pero Mondragó es mucho más que eso…