Reserva de la Biosfera del Área de Allariz
Fruto de una larga intervención humana en el medio, esta Reserva, la segunda de menor extensión de la red gallega de reservas de la biosfera, está ligada a los paisajes agrarios tradicionales asociados al río Limia. La preciosa población de Allariz es el principal atractivo para un turista que, una vez aquí, descubre otras muchas agradables sorpresas.
Río Arnoia a su paso por Allariz.
La Reserva de la Biosfera del Área de Allariz fue la segunda en ser declarada en tierras gallegas (29 de junio de 2005) y ocupa una depresión morfotectónica a unos 600 metros de altitud, en una zona de confluencia de ambientes continentales y atlánticos y enmarcada por rebordes montañosos entre los que destaca al norte el macizo granítico de Allariz. En sus 21.842 hectáreas se encuentran tres unidades ambientales que definen a la perfección el paisaje que el visitante va a hallar en este rincón de Ourense. Por un lado la asociada a los cursos fluviales y formada por la vega del río Limia y su llanura, y las riberas Arnoia y Orille, con excelentes bosques de ribera. Por otro lado las Touzas, una mosaico de prados y cultivos separados por bosquetes entre los que destacan por su importancia botánica los de encinas y robles. Y finalmente los Setos o zonas arboladas entre campos de cultivo y donde crecen árboles de gran porte (robles, castaños, fresnos, abedules, alisos y sauces).
El hombre en la Reserva
Este paisaje humanizado es fruto de la ancestral presencia humana en la zona, con una intervención más marcada que en otras zonas de Galicia.
La presencia humana está constatada desde el siglo IV a.C con el pueblo celta a la que siguieron romanos y suevos. Incluso antes. Fueron los romanos los que estrecharon la relación con el medio natural, aprovechando la fertilidad de estas tierras para instaurar la agricultura en A Limia. De ellos datan los primeros intentos de desecación de la laguna de Antela. A partir del siglo V d.C la Iglesia y la Realeza pasan a protagonizar los siglos posteriores hasta el s. XV e incluso -tras las jurisdicciones, el agrarismo, etc.- prácticamente la actualidad, pues no es hasta mediados del siglo XIX cuando se establecen los municipios en un territorio que hasta entonces no sabía ni entendía de fronteras. De hecho es, y desde el punto de vista natural sigue siendo, una continuidad con la vecina reserva de la biosfera del Xurés.
Suaves elevaciones montañosas rodean a esta gran depresión morfotectónica.
Agricultura es la palabra que ha marcado y sigue marcando el sello de este territorio. Terreno fundamentalmente horizontal y fertilidad asociada al río Limia y antaño la laguna de Antela. A partir del siglo XVIII llegaron desde el continente americano cultivos como el maíz o la patata, que pronto se consolidaron en una superficie especialmente bondadosa para su desarrollo.
Paisajes agrarios al sur de la Reserva.
Frondosos bosques, fundamentalmente de robles y castaños, se alternan con los cultivos.
Sin embargo la agricultura no pasó por un buen momento a comienzos del XX y fueron muchos los que tuvieron que emigrar. Solo Allariz mantuvo en esa época una economía próspera y una buena salud poblacional, en buena parte asociadas a las curtidurías y molinos de harina hasta los años 60. A partir de esa fecha el gobierno franquista decide desecar la laguna de Antela (1958). Este hecho es clave por dos motivos de diferente signo: la desaparición de un ecosistema de enorme importancia y la proliferación, ahora con más terreno, de la agricultura -ya monopolizada por la patata (con denominación de origen)- permitiendo una recuperación económica del resto de poblaciones que forman A Limia. En los últimos años está cobrando relevancia la ganadería, especialmente asociada a la actividad agropecuaria (destacan la raza vacuna Limiana y la oveja de Galicia).
Vaca limiana, corpulenta y de pequeños cuernos.
Llegados a este punto ahí va una primera recomendación, acércate hasta el Ecoespazo O Rexo. Allí encontrarás el arte de Agustín Ibarrola plasmado en las rocas, pero también una granja que refleja muy bien el hecho de que la oveja va sustituyendo al ganado vacuno en la zona. No dejes de visitar esta explotación piloto de ovino de leche y de probar el “Queso del Rexo” que se produce en su quesería. Este singular espacio natural, artístico, etnográfico y ganadero es también un Centro de Educación Ambiental de referencia, edificado bajo criterios bioclimáticos y con energías renovables a orillas del río Arnoia.
Obra de Agustín Ibarrola en el Ecoespazo O Rexo.
El ecoespacio se sitúa a unos 5 kilómetros de Allariz, capital de la reserva de la biosfera a la que da nombre. Allariz es uno de esos pueblos de postal. Una de esas poblaciones que aparecen en cualquier lista de pueblos bonitos. El río Arnoia marca la personalidad de este conjunto histórico-artístico (declarado 1971). Sus casas y calles empedradas, sus mayúsculos jardines, su patrimonio. Todo ello merece ser recorrido con calma a través del paseo fluvial en una enriquecedora experiencia con reportaje propio.
Allariz, Rairiz de Vega, A Bola y Vilar de Santos son los municipios que forman la reserva de la biosfera. Vilar y vilariño son dos topónimos que se repiten en tierras gallegas y provienen de esa época pretérita. Son nombres para designar las porciones de tierra que los reyes ofrecían a los señores para que en ellos ejercieran su poder convirtiéndolos en agrarios.
Vilar de Santos, Rairiz de Vega y la parroquia de Coedo (Allariz) se encuentran entre las más importantes desde el punto de vista de producción agrícola de Galicia.
Sin grandes paisajes ni lugares especialmente sorprendentes en comparación con otras reservas gallegas, hay que reconocer que esta reserva de la biosfera me ha seducido por la posibilidad de fundirme con la madre natura. Una fusión a fuego lento, que va entrando en cuerpo y mente si avisar y que cuando te das cuenta estás irremediablemente conquistado por el sosiego, la tranquilidad, por el susurrante discurrir del río. Un par de días en el Área de Allariz y el río acaba fluyendo también por tu cuerpo, que para entonces ya será un organismo atrapado por la fuerza de los bosques de robles y castaños que tanto gustaban a los romanos.
El paisaje del Área de Allariz seduce en cada rincón. Río Limia.
El máximo exponente forestal es el poderoso roble conocido como Carballa da Rocha o de A Saínza. Monumental en toda regla. Se trata de un gran roble carballo, que en Galicia llaman carballa cuando alcanza proporciones insospechadas. La Carballa da Rocha es un árbol viejo, de gran porte, con un perímetro de casi ¡7 metros! (6.90 m para ser exactos es la medida oficial tomada a 1,30 metros del suelo). Se encuentra en Rairíz de Veiga (A Saínza de Arriba). Este árbol monumental tiene también a sus espaldas una gran importancia cultural a nivel local y es protagonista de la Fiesta de Interés Turística del “ataque”, una batalla entre moros y cristianos representada en el Campo do Castelo.
Carballa da Rocha o de A Saínza.
Laguna de Antela.
La laguna de Antela, sin llegar a las enormes dimensiones que ocupaba (42 kilómetros cuadrados), poco a poco va recuperando presencia e importancia. Su recuperación va asociada a la extracción de arenas y la gran labor que la Consejería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia. El agua vuelva a salpicar el territorio en forma de balsas de agua en las que la vida se abre paso a ritmo acelerado hasta convertirse en uno de los highlights ornitológicos de Galicia y cita imprescindible en nuestro país para la observación del somormujo lavanco.
Somormujo lavanco.
Entre la lista de fauna que habita el ecosistema recuperado de la laguna se puede observar: rana verde, culebra de agua, avefría, nutria, chorlitejo chico, agachadiza común, porrón común, ranita de San Antonio, ruiseñor, cigüeña blanca, milano negro, chorlito gris, vencejo común, avión común, somormujo lavanco, ánade rabudo, ánade real, ánade silbón, andarríos chico, pato cuchara porrón moñudo, zampullín chico, archibebe común, cerceta común, rascón, cuco, carricero tordal, polla de agua, garza real, zarapito real, tarabilla común, martín pescador, avión zapador, focha común, etc.
Acuarela de somormujo lavanco a cargo de José Arcas.
Observatorio ornitológico en la laguna de Antela.
El aspecto de la en parte recuperada laguna de Antela es un buen ejemplo de recuperación ecosistémica.
Por la Laguna de Antela pasan algunas de las rutas ornitológicas diseñadas por la Xunta de Galicia. Entre mediados de abril y finales de junio es la mejor época por la llegada de aves estivales y la migración primaveral. De las cuatro rutas, dos son a pie (o para bikebirding) y otras dos pensadas para realizar en coche. El nombre da una buena pista de lo que fundamentalmente se puede encontrar: Burhinus y Podiceps son las dos primeras. Milvus y Riparia las de motor. La Ruta Riparia es idónea para conocer el sur de la reserva de la biosfera. Existen otras rutas creadas y señalizadas por municipios de A Limia. Una más que recomendable, que en parte coincide con la Ruta Riparia, es el sendero de la Ruta Circular de Rairiz de Veiga (23,6 km.).
Ruta ornitológica Riparia, una de las pensadas para recorrer en coche.
Canal de la Laguna de Antela.
Avión zapador (Riparia riparia).
Señalización de las Rutas Ornitológicas.
Ruta circular Rairiz de Vega.
Dormidero de estorninos.
Sostenibilidad por bandera
Como ya se ha expuesto, la interacción del hombre con el medio ha sido muy marcada en esta reserva de la biosfera, de ahí que sean plenamente conscientes de la vida finita de los recursos y la trascendencia de la palabra Sostenibilidad. El compromiso con la sostenibilidad está muy presente en el día a día de la Reserva. Recién estrenado el siglo XXI, aquí se implantaron de forma piloto desde la administración pública los Núcleos de Sostenibilidad y su gran éxito ha calado entre los vecinos. Se instalan composteros, se implementan medidas de ahorro de energía, el tratamiento de residuos, se desarrollan explotaciones ecológicas, etc.
