Artiga de Lin y Uelhs deth Joeu
Paraje glaciar de fácil acceso y sencillo caminar que nos permite conocer la curiosidad geológica de la surgencia de las aguas procedentes del deshielo del glaciar del Aneto. Magia subterránea, el agua del glaciar desaparece engullida por la naturaleza kárstica en el Forau d’Aigualluts y completa su recorrido subterráneo para aparecer de nuevo en Uelhs deth Joeu (Ojos de Júpiter), en el circo glaciar de la Artiga de Lin. De la vertiente mediterránea a la vertiente atlántica, así de rápido, bajo tierra, evitando largos recorridos por valles inconexos.
Para disfrutar de este espectáculo de ilusionismo pirenaico en el que el truco es un sumidero kárstico y el mago la geología aranesa, existe un corto sendero circular de 2,5 kilómetros (1 h.) que arranca en el aparcamiento de Uelhs deth Joeu y se aproxima a esta espectacular surgencia fluvial en el cauce del río Joeu para remontar por un sendero a través del hayedo-abetal hasta los prados altomontanos en la base del circo glaciar, bajo el Còth deth Hòro, un precioso collado en forma de herradura. Allí se encuentra el refugio de y el Centro de Interpretación Ambiental. También un aparcamiento al final de la pista asfaltada que sube desde Es Bordes y la ermita Mare de Deu dera Artiga. Por cierto que subiendo por esta carreterilla de montaña, antes de llegar a Uelhs deth Joeu encontramos a la derecha un bonito aperitivo acuático en forma de cascada. Se trata de Hònt deth Gresilon y toma su nombre de los abundantes canónigos (Gresilon en aranés) que crecen en sus alrededores. Buen lugar para observar salamandras.
Para ser justos, tras varias conjeturas e hipótesis durante años, el verdadero mago de este truco acuático tiene nombre y apellido: Norbert Casteret. Fue el galo quien en 1931 demostrara lo que muchos científicos ya apuntaban en el siglo XVIII, que el agua que aparecía en los Uelhs deth Joeu provenía directamente del Glaciar de la Maladeta después de filtrarse en el Forau d’Aigualluts. Casteret organizó una expedición familiar para demostrarlo y vertió un colorante inocuo (fluoresceína) en el Forau d’Aigualluts para ver que ocurría. El agua teñida volvió a ver la luz en Uelhs deth Joeu y no en el río Esera. Voilà.
Además de la experiencia geológica de este precioso paraje del Valle de Arán, permite un contacto directo con la flora y la fauna de gran interés desde el punto de vista de la biodiversidad. En el tramo boscoso podemos encontrar al coleóptero Rosalia alpina en los troncos de las hayas o al pito negro y otros carpinteros en los troncos arbóreos del hayedo-abetal. Quizá también alguno de esos huecos abandonado por el pito negro ocupado ahora por el mochuelo boreal.
En el río, la citada salamandra y el valioso desmán del pirineo son el principal atractivo acuático. Arriba, en los prados, quizá nos topemos con el vuelo de la mariposa Apolo, solo hay que buscarla en el adecuado periodo estival a la par que mucho más alto el paraje es frecuentado por el majestuoso quebrantahuesos. Embelesados por la magna belleza de la Artiga de Lin, abandonamos el lugar acompañando al discurrir del Joeu valle abajo hasta el punto donde cede generoso sus aguas al Garona, rumbo al Atlántico. Como veis, un lugar que bien merece la pena en una visita al Valle de Arán.