Castañar de Rozas de Puerto Real

En la Sierra Oeste de Madrid, en las estribaciones orientales de la Sierra de Gredos, encuentra su hábitat ideal el mayor bosque de castaños de la Comunidad de Madrid.

Rozas de Puerto Real es una pequeña villa ubicada en el collado que separa el Valle del Alberche y el Valle del Tiétar. Este emplazamiento no es casualidad, desde aquí se domina buena parte de la Sierra Oeste de Madrid, comarca a la que pertenece, y se dominaba antaño el paso por la Cañada Real Leonesa. Se dominaba hasta el punto de que en época de los Reyes Católicos se estableció en la localidad el punto donde se cobraban los impuestos a los ganaderos trashumantes –el portazgo- que usaban la Cañada Real. En el collado, estratégico paso histórico, estaba el contadero de ganado en el medievo y este portazgo iba directamente a la Corona; de ahí lo de Puerto Real.

Tampoco es casualidad que crezca aquí este fantástico bosque de castaños. Al resguardo del Alto del Mirlo (1.768 m.), en su ladera sur, los castaños encuentran las condiciones ambientales de suelo y temperatura para desarrollarse con generosidad. Los castaños han estado siempre muy identificados con la cultura rozeña, que han usado las castañas como alimento para humanos y animales –cerdos fundamentalmente-. Actualmente solo está permitido a los  visitantes recolectar las castañas que se encuentran en el camino que sirve de trazado a esta senda de casi 9 kilómetros que, de forma circular, permite recorrer la llamada Ruta de los Castaños.

La Ruta de los Castaños

Este recorrido circular comienza y termina en la localidad de Rozas de Puerto Real. Ofrece una interesante variedad paisajística, con tramos cerrados de bosque, paso junto a algunos ejemplares centenarios -muy cerca del núcleo urbano de esta localidad madrileña- y el bello entorno del embalse de Los Morales.

Toda la ruta se enmarca en la ZEC Cuencas de los Ríos Alberche y Confio y es, por tanto, Red Natura 2000. El castañar aporta, especialmente en otoño, la nota de color a un Sierra Oeste madrileña dominada por el verde de pinos y encinas.

El primer tramo de la ruta, donde encontramos castaños de buen porte, permite apreciar el aprovechamiento humano que históricamente se ha dado al árbol. Vemos que crecen escalonados, pues se plantaban así para facilitar la recogida cuando los erizos con las castañas caían al suelo. La amplia senda baja por la ladera del castañar hasta ganar el fondo del valle, por donde es preciso cruzar con mucho cuidado la M-501. Al otro lado del asfalto nos toparemos con la Cañada Real y su ancho firme de tierra, que nos servirá de trazado para ganar fácilmente el pequeño collado y rodear el Cerro de las Costezuelas por su ladera occidental y llegar así a la presa del Embalse de Los Morales. Desde aquí la panorámica sobre la lámina de agua del embalse y el telón de fondo montañoso tapizado por los cálidos colores del bosque de castaños nos permite tener una dimensión más real de por qué el de Rozas de Puerto Real es el castañar más grande de la Comunidad de Madrid.

En el embalse la ruta comparte trazado con la Senda del Embalse de Los Morales, bien señalizada, y que rodea todo el embalse a lo largo de 3,3 km. de trazado horizontal y sencillo (idóneo para niños y cualquier persona). En este paseo perimetral del embalse crecen también robles melojos, majuelos, fresnos, etc. y aportan otra gama de colores a la vegetación de la zona. En las zonas más húmedas de la pista los charcos permiten cerciorarnos de que en esta joya botánica no estamos solos; las huellas de corzos y jabalíes se suceden.