Circo de Colomers, el mayor conjunto de lagos glaciares del Pirineo
Enclavados en la alta montaña del Valle de Arán, en el parque nacional de Aigüestortes y Lago San Mauricio, se encuentra la mayor acumulación de lagos de origen glaciar de la cordillera pirenaica. Medio centenar de lagos, a cada cual más bello, que pueden recorrerse en una inolvidable jornada senderista.
Hace millones de años todo el Pirineo se encontraba bajo el mar. Las pizarras y granitos que hoy forman el paisaje rocoso del parque nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici (Lleida) emergieron del fondo marino hace unos 200 millones de años y comenzaron una erosión marcada fundamentalmente por los sucesivos periodos glaciares del Cuaternario; periodos en los que se alternó la presencia de hielo con los periodos de deshielo. La acción del hielo y la nieve, con sus depósitos y retiradas, a lo largo de estos periodos, marcaron la fisonomía de un paisaje de montaña que hoy es un auténtico museo al aire libre de glaciarismo: circos glaciares, valles en “U” –colgados o escalonados-, cubetas glaciares, morrenas, neveros, etc. y un sinfín de muestras geológicas del mejor glaciarismo pirenaico.
El resultado son unos paisajes de montaña de gran belleza jalonados a lo largo de los dos valles principales del parque: Sant Nicolau en la vertiente meridional y orientado al oeste, y del l’Escrita, orientado al este y situado en la vertiente norte del Portarró d’Espot (2.423 m. de altitud), el collado que sirve de divisoria a la cabecera de ambos valles.
Uno de los elementos paisajísticos más sobresalientes del parque nacional es sin duda el de los lagos de montaña (estanys). Son lagos en su mayoría de origen glaciar que se encuentran repartidos por los diferentes valles, sobre todo en la cabecera de los mismos, ocupando las irregularidades del terreno en las cubetas glaciares (2.200-2.500 m. altitud). También los hay diseminados por el valle u ocupando el fondo de valle (generalmente en la cota 2.000). Los hay grandes y pequeños, permanentes y estacionales, someros y profundos. Toda una amplia gama lacustre cuyas aguas adquieren a su vez una variedad de tonos que van desde el negro hasta el esmeralda. Aguas puras, cristalinas, habitadas en muchos casos por diferentes especies de anfibios y peces para los que estas acumulaciones de agua juegan un papel vital.
Hay un tipo de lago para cada gusto y mucho donde elegir. De hecho el parque nacional alberga 272 estanys, lo que le convierte en la mayor concentración de lagos del Pirineo y probablemente de todo el continente europeo. Algunos de estos lagos se han colmatado produciendo que se formen prados llanos y húmedos por los que corre el agua casi sin desnivel, provocando que el curso de los ríos y arroyos se retuerza adaptándose al horizontal terreno, formando los meandros que localmente son conocidos como “aigüestortes” y que dan nombre en parte al parque nacional. Se encuentran en su mayoría en los ríos Sant Nicolau y Aiguamòg. El “apellido” lo toma del Lago de San Mauricio (estany de Sant Maurici), uno de los estanys de mayor belleza del parque, magníficamente enmarcado por enormes montañas entre las que se encuentra otros de los emblemas de este espacio natural protegido: el macizo de Els Encantats (2.747 m.).
El estany Tort, el embalse de Cavaliers, el estany Tort de Rius, el Lac de Mar o el propio estany de Sant Maurici se encuentran entre los más grandes pero, aunque los lagos están repartidos por todo el parque, hay algunas zonas que destacan por su acumulación como Gerber, Monestero, Saburó, etc.
Pero si de acumulaciones de lagos hablamos, es sin duda el circo de Colomèrs, en el valle de Tredòs (Valle de Arán), donde se encuentra la mayor concentración de lagos del Pirineo, con alrededor de medio centenar entre los estanys permanentes y los pequeños lagos estacionales.
Existen diferentes rutas senderistas que recorren este mundo de roca y agua de Colomèrs y que permiten vivir una de las experiencias en la naturaleza más gratificantes para el visitante y su retina. En esta ruta la cámara fotográfica (o el móvil…) trabajará de lo lindo, entre lagos de todos los tamaños y tonalidades de lo más sorprendente.
El acceso a Colomèrs es a través del valle de Tredòs hasta los Baños de Tredòs. Allí se encuentra un aparcamiento donde en la época de mayor afluencia de visitantes, se restringe el paso de vehículos particulares y se inicia la ruta a pie caminando 5 kilómetros hasta la zona de la Montanheta. En este periodo del año un servicio de taxis (8 euros ida y vuelta) permite subir desde los Baños de Tredòs hasta la parte alta de la Montanheta donde, entre bosque, comienza la senda que sube hasta el mundo glaciar de los lagos de Colomèrs (45 minutos). Un apunte familiar: si vais a hacer la ruta de Colomèrs con niños, deben estar acostumbrados a caminar en montaña.
El aperitivo lacustre, todavía en el bosque de pino negro, lo pone el estany dera Lòssa. Una vez en el represado Lac Major, donde el paisaje granítico gana la batalla a la presencia arbórea, se entra en contacto visual con el poderoso paisaje del circo glaciar de Colomèrs, enmarcado por alturas próximas a los 3.000 metros. Dos senderos circulares (un circuito corto de 3 horas que pasa por Siete Lagos, o el circuito largo que recorre todo el circo en unas 5 horas), de dificultad media y alta respectivamente, son el pasaporte a una jornada de montaña insuperable.