Descenso ornitológico del Sella
Situación
Asturias
Accesos
El punto de encuentro para la actividad es en Arriondas (coordinar con la empresa Birdwatch Asturias) a las 10.30 h.
A Arriondas se accede por el norte desde la A-8, a la altura de Ribadesella a través de la N-634. Por el sur a través de la N-625 desde Cangas de Onís.
Highlights
Paisaje y aves ribereñas y acuáticas. Tranquilidad y colorido del agua.
Cuando
El Descenso ornitológico del Sella se realiza desde Semana Santa hasta finales de Octubre. La actividad se inicia a las 11 h. de la mañana, hora en la que se abre el río a las canoas.
Consejos
Actividad realizada a través de la empresa local de ecoturismo Birdwatch Asturias.
- No es necesario estar en buena forma física. Se trata de dejarse llevar por el agua para disfrutar mejor la experiencia.
- Bañador, crema solar, gorra, toalla y cámara de fotos (la actividad incluye un bidón hermético para evitar que se mojen).
- Los prismáticos son proporcionados por la empresa.
Existe otra forma de realizar el descenso del Sella. Prismáticos en mano y con las aves como aliciente pero compartiendo protagonismo con los bellos paisajes ribereños y otros atractivos naturales que se aprecian bien gracias a este tranquilo descenso ecoturístico. No solo es apto sino recomendable para todo el mundo. ¿Preparado para conocer otro Sella?
El río Sella se puede descender de muchas formas: deportiva-aventurera a través de alguna de las empresas de turismo activo de la zona, en grupo numeroso (demasiado numeroso en algunas épocas), lúdico-festiva (incluso como despedida de soltero/a), contrarreloj (participando por qué no en el célebre descenso internacional)… todas respetables pero algunas no respetuosas. Sin duda hay una forma diferente de bajar este mítico río asturiano: con una visión ecoturística, de la mano de Birdwatch Asturias y su descenso ornitológico del Sella.
Es una actividad distinta, que permite de manera relajada sacar el máximo partido a los múltiples atractivos del río que en muchas ocasiones pasa desapercibido para quienes se animan a meterse en las aguas del Sella de alguna de las otras modalidades antes mencionadas. La diferencia la marca el enfoque de la actividad, algo que tienen muy claro Joaquín y Arantza, de la empresa ecoturística Birdwatch Asturias. Y todo ello casi en solitario, gracias al acertado planteamiento de entrar al agua en el momento en que se permite meter la canoa (a las 11 h.), pero 3 kilómetros más abajo de donde lo hacen el resto de los visitantes, ganando con ello un preciado tiempo para disfrutar este espectacular río con la tranquilidad que merece. Si a ello añadimos que la actividad se realiza en grupos pequeños, la jornada transcurre casi en la intimidad.
Este Sella se baja a golpe de remo y de prismáticos. La velocidad la marca la corriente tranquila del río. De esta forma se puede realizar un apacible descenso disfrutando al máximo del bosque de ribera que lo envuelve, de la geología fluvial y por supuesto también de las múltiples aves que se pueden observar: ánade real, garza real, mirlo común, lavandera blanca, lavandera cascadeña, mirlo acuático, martín pescador, cormorán grande, ratonero, milano negro, pito real, pico picapinos, arrendajo, zorzal común, corneja común, carbonero común, petirrojo europeo, herrerillo común, papamoscas gris, etc.
Disfruta del video de la experiencia:
El descenso
La mañana comenzaba envuelta en la niebla pero las previsiones de sol radiante hacían presagiar esos característicos jirones de niebla adheridos a las montañas que se van deshaciendo a medida que ascienden por la ladera para dar lugar a un verde brillante, recién rociado. Dicho y hecho. Al llegar a la orilla el sol iluminaba el magnífico escenario por el que nos moveríamos con las canoas.
Lejos del lugar tradicional de inicio para la navegación, la calma permite disfrutar con el canto de los pájaros, que junto con el rumor del agua, serán el hilo musical de la actividad. Tras el conveniente equipamiento y briefing inicial, metemos el material personal (móvil, llaves, agua, toalla, y algo de picar) en un bidón estanco e introducimos las embarcaciones en el río. Desde el primer momento la sensación de flotar en lugar de remar preside la experiencia. Es el río el que te lleva y no las prisas. A su ritmo, vamos descubriendo cada recodo, cada tramo, cada playa fluvial. Con tiempo para detenernos en busca de algunas de las aves que hoy nos acompañan. No es que este tramo de aproximadamente 10 kilómetros sea un lugar especialmente relevante para los amantes de la observación de aves, no; pero tampoco se centra exclusivamente en eso la actividad sino en la combinación perfecta de tranquilidad, aguas multicolores y ecoturismo orientado al birdwatching. En poder buscar a los esquivos mirlo acuático y martín pescador, en acercarnos a diferentes anátidas, en disfrutar con la majestuosa presencia de garzas o el trino incesante de los pequeños paseriformes. En disfrutar desde una privilegiada perspectiva, de alguna colonia de aviones zapadores…
A medida que avanzamos, el agua va cambiando sus tonalidades dependiendo del fondo y de la profundidad, alternando desde el amarillo-anaranjado (incluso dorado) al verde oscuro y tonos esmeraldas. Ensimismados, el río nos va mostrando su rabiosa belleza y hace rato que nos ha conquistado con sus sonidos y exuberante naturaleza. Poderoso.
Casi sin darnos cuenta llegamos al final del recorrido. Ha sido 3 horas que se nos han pasado volando y casi sin esfuerzo. Las caras reflejan la felicidad de la experiencia vivida. Y yo personalmente, que había bajado el Sella en anteriores ocasiones de forma más “tradicional”, regreso a casa con la impagable sensación de haber conocido otro Sella.