Territorio Rural Inteligente, plataforma para el desarrollo inteligente y sostenible del medio rural
Proyecto impulsado por la cántabra Reditus, el primer laboratorio de ideas para abordar la repoblación rural en España.
Santander, 17 de mayo de 2020.
El medio rural ha sido el gran olvidado del desarrollo socioeconómico de las últimas décadas. La despoblación es el exponente del fracaso de un modelo de crecimiento desigual y desequilibrado que además está en el origen de la emergencia climática en que se encuentra el planeta. Pero esa es solo una cara de la moneda. La otra es que el medio rural es el principal activo con que cuenta la sociedad para hacer frente al cambio climático. Es el territorio de la biodiversidad, de la masa verde consumidora del CO2 producido en los núcleos urbanos, de la agricultura sostenible y también de la cultura de la resiliencia y adaptación dinámica a las condiciones climatológicas adversas.
A finales del año pasado, El Diario Montañés, Next Educación y Zwit Project decidieron sumar esfuerzos para crear conjuntamente espacios de reflexión y divulgación sobre la dirección a tomar en estos momentos de cambio, enfocando su propuesta hacia el desarrollo inteligente y sostenible del medio rural. Con ese objetivo principal y bajo la plataforma Territorio Rural Inteligente nace el laboratorio de ideas Reditus (https://territorioruralinteligente.es/ que reúne a un grupo de 16 expertos plural, multidisciplinar y con experiencia profesional y vital en las distintas áreas que engloban el desarrollo del medio rural, desde el medio ambiente a la agricultura y ganadería, desde la economía a los servicios a las personas, la cultura, el urbanismo… Está integrado por dieciséis personas. Los exconsejeros Ángel Agudo y Francisco Javier López Marcano, la exdirectora general de Sodercán Iciar Amorrortu o el senador del Partido Popular Javier Puente son algunos de sus integrantes.
Como fruto de su reflexión y análisis, nacerán propuestas concretas en las mesas de trabajo sectoriales abiertas, cuyos resultados se volcaran en foros de divulgación dirigidos tanto a los actores principales del desarrollo rural como al público en general.
Para iniciar esta andadura, este jueves tuvo lugar la primera reunión –de carácter virtual por las circunstancias– de los componentes de este laboratorio de ideas que apoyará el proyecto global de Territorio Rural Inteligente.
Si antes de la llegada del coronavirus era ya evidente la necesidad de un cambio de paradigma que sustituyera el crecimiento indefinido por el crecimiento sostenible, la pandemia que estamos padeciendo ha puesto de manifiesto otras carencias esenciales del mundo rural, no sólo en los servicios en sí, sino, más grave aún, en las infraestructuras necesarias para ofrecer los servicios adecuados durante la pandemia y para la reconstrucción económica posterior. Servicios públicos digitales, como las plataformas de educación a distancia que han puesto en marcha las entidades educativas de educación secundaria o universitaria o las soluciones de video asistencia socio sanitaria a mayores que viven solos, necesitan de infraestructuras públicas digitales.
Por todo ello, el medio rural precisa de un nuevo modelo de desarrollo que, además de subsanar las carencias en servicios e infraestructuras esenciales y en actividad económica generadora de empleo local, le coloque en la primera línea de la lucha contra el cambio climático.
Conscientes de que no se trata de un ejercicio teórico, que el medio rural tiene los nombres, apellidos y rostros de todos sus habitantes, este proyecto formula una apuesta por un modelo de desarrollo que se adapte a las necesidades, recursos y oportunidades de cada pueblo, de cada comarca, de forma individualizada. Por ello también se aspira a complementar la propuesta con una oferta de formación especializada y de asesoramiento para el diseño y puesta en marcha de planes de desarrollo inteligente y sostenible de cualquier territorio, municipio o comarca que lo desee.
Objetivos y ejemplos
El verdadero quid de la encrucijada rural está en el cómo y no solo en el qué hacer. Es necesario pensar desde qué perspectiva, bajo qué enfoque, con respecto a qué paradigmas se adoptan las medidas concretas a tomar para superar todas las carencias y enfocar el futuro con mayor perspectiva.
A modo de ejemplo se pueden citar algunas iniciativas europeas relativas a la transición ecológica y lucha contra el cambio climático. O la iniciativa Smart Villages, que se considera que será́ el modelo preferente de desarrollo rural a nivel europeo. Es en el contexto de estas propuestas donde deben anclarse las nuevas políticas de desarrollo rural, dando respuesta a cuatro retos fundamentales: nuevos modelos concretos de actuación basados en los necesidades, recursos y oportunidades de cada territorio; nuevo modelo de apoyo al emprendimiento, basado en un análisis profundo de su proceso; nuevo modelo de financiación, que simplifique y armonice las diferentes fuentes de respaldo económico (municipal, autonómica, estatal y europea) y su enorme diversidad en tiempos y áreas de actuación; y uso de las nuevas tecnologías de la información y comunicación al servicio de los territorios y sus habitantes y no como simples demostrativos del poderío tecnológico de las grandes empresas sin conexión con las necesidades reales.
Los denominados ‘proyectos motor’ que impulsa este plan, además de satisfacer una necesidad prioritaria, ponen en valor un determinado recurso local o aprovecha oportunidades coyunturales. Estos se vinculan al turismo inteligente; video asistencia socio sanitaria a mayores; digitalización de la agricultura sostenible; educación on line en los diferentes niveles educativos; eficiencia energética y generación de energías renovables; gestión eficiente de infraestructuras públicas: alumbrado, agua, residuos…; soluciones de promoción del comercio local o áreas productivas inteligentes (industriales y comerciales).
Más información: