Ruta de los miradores del Geoparque Costa Vasca

15 miradores repartidos por el litoral y el interior del Geoparque Costa Vasca (Guipúzcoa) deparan una sorpresa tras otra. Desde el célebre Flysch hasta valles escondidos dominados por el Karts. Es la Ruta de los Miradores del Geoparque.

Flysch y Karst son los vecinos que más tiempo llevan en el territorio. Por ellos no pasa el tiempo… o si. Esta pareja con nombre de matrimonio alemán son en realidad los responsables del magno catálogo de atractivos naturales que alberga esta porción del litoral de Euskadi. Catálogo tan amplio y contundente que no solo les ha servido para erigirse como uno de los geoparques de la UNESCO (2015), sino que se han hecho un hueco sobresaliente en la lista de deseos de los científicos, ecoturistas con interés geológico y en los turistas con vocación de contemplar paisajes mayúsculos.

Y allí llevan empadronados 60 millones de años. Flysch con absoluto protagonista marino y Karst con mayor relevancia en el interior. Una serie de miradores permiten disfrutar de los paisajes asociados a ambos; de su geología pero también de su flora, fauna y las costumbres locales. Es la ruta de los miradores del Geoparque Costa Vasca, un itinerario que combina el vehículo y los pequeños paseos hasta los privilegiados balcones naturales. Un recorrido de ecotouring en toda regla presidido por la corriente slow, la gastronomía a base de productos locales de excepción o la sostenibilidad nivel faraónico. A lo primero invitan lugares como la localidad pesquera de Mutriku, los valles escondidos de Olatz o Lastur, el valle de la Prehistoria o cualquiera de los enclaves salpicados por los municipios de Deba, Mutriku y Zumaia, los tres municipios que conforman el geoparque. De lo segundo hay también donde elegir, desde los productos del mar kilómetro 0, a las queserías o el vino txacoli. Y como máximo exponente de sostenibilidad destaca sin duda la Mutrikuko olatu Planta. Referencia mundial.

El Geoparque Costa Vasca alberga en su territorio diferentes espacios naturales protegidos que van desde el Biotopo protegido del tramo litoral Deba–Zumaia, las Zonas de Especial Conservación de la ría del Urola, del monte Arno y de Izarraitz, al estuario del río Deba, el monte Andutz o los acantilados Mutriku-Saturraran. Mucho que ver en sus apenas 88 kilómetros cuadrados y para ello el geoparque tiene una destacada oferta de uso público que permite conocer a fondo sus atractivos más relevantes. Cuenta con diferentes Georutas y una red de miradores que parecen haber sido diseñados para el touring. ¡ Vamos a por ello ¡

Puerto de Mutriku

Una buena sugerencia es comenzar el recorrido por el oeste del geoparque, en el término municipal de Mutriku. La primera parada debe ser el mirador del puerto pesquero (mirador Atxukale; W.P 1). Desde allí, junto al busto de Evaristo Txurruka, se encuentra un gran mural que recuerda el histórico pasado ballenero, citado en el año 1200 por Alfonso XVIII.

No te vayas de Mutriku sin visitar el Museo Nautilus, con una espectacular colección de Ammonites del Flysch negro de Mutriku. Desde el puerto hay salidas en barco para observar cetáceos y la geología.

En el extremo oeste del espacio natural se encuentra la Playa de Saturrarán (WP.2). Su mirador está dedicado a comprender los grandes cañones submarinos en el nacimiento del Golfo de Bizkaia. Los conglomerados de cantos que tienes frente a tus ojos proceden del macizo francés de Las Landas, de ahí que esta playa presenta conexión submarina con territorio francés a través de un gran cañón. Fuera del cañón la sedimentación es mucho más lenta y sus arcillas negras, que se alternan con areniscas (turbiditas), forman el conocido como Flysch negro.

Valle escondido de Olatz

El valle escondido de Olatz es un delicioso vallecito cerrado en el que conoceremos a uno de los consortes de la pareja: Karst. Es el nombre que recibe la erosión de la roca caliza debido a la acción del agua. El valle es en realidad una gran olla cerrada, una depresión kárstica en la que descubrir desde los poljés y dolinas camuflados entre praderas siempre verdes, lapiaces desnudos y otros a los que se aferran pequeñas masas de encinar cantábrico y montes con forma de pirámide que son en realidad pináculos calizos fruto de la erosión. O de la no erosión, pues ésta termina por disolver los materiales blandos del exterior de la pirámide quedando la dura roca caliza que confiere esta característica forma a las cumbres.

Después de tomar el pulso a este enclave de postal rural vasca, comprobarás que el tuyo, tu pulso, está relajado y en perfectas condiciones de continuar recorrido. Entre los caseríos del valle de Oltz -por el que transita el Camino de Santiago- se encuentra una quesería que bien merece la pena una visita. Existen 3 paneles interpretativos integrados en una ruta circular de 6,5 km. (PR-Gi 47) que cuenta con en total con una docena de paneles en sendos puntos de interés. La ermita de San Isidro (WP.3) es un buen punto de partida.

Valle de Lestur

Continuamos por bellos paisajes de interior para arribar a otro valle escondido, el valle de Lestur. Antes te recomiendo detenerte en la ermita del Calvario (Mutriku), donde se encuentra el mirador Kalbaixo (WP.4 ). El premio es una magnífica vista aérea del entorno y conocer más sobre tradiciones rurales. En este caso sobre el deporte rural vasco. Algunas modalidades tienen a la piedra caliza del geoparque como protagonista, desde el levantamiento de piedra hasta el arrastre a cargo de bueyes.

En el valle de Lestur no debes perderte una visita al mirador de Sasiola (WP.5), en el Camino Real que une Sasiola con Deba. Sorprendente paisaje el que vas a encontrar en este enclave que recuerda a algunas zonas del sudeste asiático. Los pináculos calizos son espectaculares. Frente al mirador emerge poderoso un monte piramidal tapizado de vegetación (Iruragoiengo haitza) dominando un meandro del río Deba. Al fondo se levantan otras pirámides calizas que alcanzan una altura de unos 600 metros y dando un aspecto general de picudo paisaje similar al de una gran huevera de cartón. Las calizas se formaron bajo un mar tropical hace 100 millones de años y emergieron fruto del choque entre las placas tectónicas de Iberia y Europa hace 40 millones de años. Las calizas más cercanas a la costa lo hicieron hace 5 millones de años, en una capa horizontal, y desde entonces están sometidas a la erosión por la lluvia que forma las dolinas. Como en Olatz, en Lestur las dolinas crecieron y se unieron para dar lugar al poljé (gran depresión) rodeado de pirámides calizas. Esos 600 metros de altura marcan la altitud a la que se encontraba la capa caliza horizontal.

En este terreno proliferan las cuevas y en ellas habitaron nuestros antepasados durante 200.000 años. Son importantes yacimientos prehistóricos en los que se han encontrado gran cantidad de restos de su presencia. El Valle Habitado es como se conoce en el Geoparque.

Muy cerca queda Deba, localidad a la que puedes dirigirte ahora para tomar la carretera que avanza colgada por los acantilados sobre el flysch negro. Si, hemos llegado de nuevo al mar y prepárate para adentrarte en un tramo sobrecogedor donde conoceremos ¡y de qué forma! A nuestro siguiente protagonista el Flysch. Un par de miradores de la carretera se prestan a la primera toma de contacto. El Flysch es un sedimento de roca en el que se alternan capas de rocas duras (calizas, pizarras o areniscas) con capas de materiales blandos (margas y arcillas). Ambas capas se ven sometidas a la erosión, aunque de forma desigual debido a su diferente naturaleza. Se conoce como erosión diferencial y el resultado es el símil tantas veces empleado pero que lo ilustra a la perfección de un libro abierto en el que se pueden leer los últimos más de 50 millones de años de la historia de la Tierra. Y el libro se lee en vertical (acantilados) y en horizontal (rasa mareal).

Desde el Mirador de Itziar (WP.6), en la citada carretera, se observa un generoso panorama costero en el que destaca el flysch negro (a tus pies y hacia el oeste) y las dos cavidades gemelas de Aitzuri, en el extremo del gran paredón de Aitzuri que con 130 metros de altura es el mayor acantilado del biotopo. En la parte alta, a tu espalda, se localiza la ermita y el mirador de Santa Catalina (Santa Katalina) con un panel en el que se ubican los principales miradores sobre el Flysch (Flysch Kostaldea) (WP.7), visión más aérea y mayor tranquilidad.

Ya no abandonaremos la costa para ir efectuando diversos asomos al Flysch, inmersos en el Biotopo Protegido Deba – Zumaia. Son los miradores de Mendatagaina, Sakoneta, Elorriaga (Baratzazarrak), y Portutxiki (la gran ensenada del biotopo).

Paseo del Asombro

Un espectacular sendero litoral (PR-Gi 5001) enlaza varios de ellos entre Itsaspe y Errotaberri, que comparte trazado en realidad con el GR 121 en este tramo. Este sendero de Gran Recorrido (que da la vuelta a Guipúzcoa) cruza el geoparque de este a oeste por la costa, pero este tramo -junto con el Zumaia- resulta especialmente espectacular.

Los expertos hablan del “Paseo del Asombro” para referirse a un recorrido por la naturaleza (no necesariamente largo) que produce sobrecogimiento. Y asombrarse ante la inmensidad es un bálsamo para el cerebro. Dicen los científicos que “el sobrecogimiento es una emoción que da respuesta a las cosas inmensas que no podemos entender inmediatamente”. Te conecta con la naturaleza y aporta numerosos beneficios al cerebro que se plasman en la salud. Algo muy en boga también con los Baños de Bosque. Pues bien, estos dos tramos del GR 121 y los miradores del Flysch son un absoluto paseo del asombro. Y puestos a asombrarte camina coincidiendo con la marea baja (desde una hora antes de la bajamar hasta una hora después). Doy fe que, en ese momento del día, cuando el mar se retira para mostrar la inmensa rasa mareal, incluso el término sobrecogimiento puede quedarse corto.

Y como fin de fiesta un par de citas con el Flysch en Zumaia. Un original sendero autoguiado conecta comenzando (o acabando) por la Línea del tiempo (WP.11), donde poder conocer los principales hitos a lo largo de los últimos 65 millones de años. Información muy importante antes de asomarte al primero de los miradores: el mirador de Algorri (WP.12). Este mirador muestra la línea que marca el periodo de la extinción de los dinosaurios hace 66 millones de años. Algo único reflejado en el gran libro geológico.

Desde aquí puedes completar el sendero circular que lleva hasta la ermita de San Telmo (WP.13) y la playa de Itzurun (WP.14). De nuevo una magnífica oportunidad de conocer, desde otras perspectivas, la maravilla geológica del Flysch.

Si la bajamar coincide con el atardecer te recomiendo hacer este sendero circular al revés para acabar junto a la rasa en Algorri. Prepárate para uno de esos atardeceres que quedan marcados a fuego. Probablemente el mejor atardecer del Cantábrico.

Lista de paradas (Way Points) ruta de los miradores Geoparque Costa Vasca:

WP.1: Lat. 43,3208596º ; Long. -2,4101435º

WP.2: Lat. 43,307598º ; Long. -2,3842139º

WP.3: Lat. 43,2887457º; Long. -2,4058001º

WP.4: Lat. 43,3043802º; Long. -2,3805137º

WP.5: Lat. 43,2805213º ; Long. -2,3644388º

WP.6: Lat. 43,3024182º ; Long. -2,3373077º

WP.7: Lat. 43,2997803º; Long. -2,341812º

WP.8: Lat. 43,2969235º ; Long. -2,3203102º

WP.9: Lat. 43,2967242º; Long. -2,3161909º

WP.10: Lat. 43,2994074º ; Long. -2,3086086º

WP.11: Lat. 43,2993746º ; Long. -2,2656396º

WP. 12: Lat. 43,2998873º ; Long. -2,2675284º

WP.13: Lat. 43,2990401º ; Long. -2,261413º

WP.14: Lat. 43,30105º ; Long. -2,2597701º