Almendros en flor, parque La Quinta de los Molinos
La Quinta de los Molinos es un parque urbano de 21 ha. enclavado en el madrileño barrio de San Blas, en plena calle de Alcalá, que en los últimos años se ha convertido en todo un reclamo turístico bajo el colorido imán de los almendros en flor. Observación de la naturaleza en pleno Madrid.
La Quinta de los Molinos es un parque con tres zonas bien diferenciadas: una recreativa, una de explotación agrícola y otra de jardín. Creado con fines lúdicos en una finca rústica durante la segunda década del siglo XX por el ingeniero y arquitecto alicantino César Cort, cuenta con un palacete (Espacio Abierto), la casa del Reloj, un pequeño lago, albercas, fuentes y un par de molinos de viento hidráulicos que dan nombre al enclave. Fue diseñado con un carácter mediterráneo y con la finalidad profesional de su creador de combinar arquitectónicamente el ambiente urbano y el agrícola. Tras la muerte de César Cort en 1978, el ayuntamiento de Madrid compra en 1982 parte de la finca original a sus herederos. Actualmente es uno de los jardines históricos de Madrid desde el año 1997 (Catálogo de Parques y Jardines Históricos Plan General de Ordenación Urbana).
Entre mediados de febrero y mediados de marzo brotan las flores.
En la Quinta de los Molinos crecen alrededor de 1.500 almendros.
Pero este parque se ha hecho famoso recientemente no por la importancia arquitectónica urbano-agrícola original sino por uno de sus habitantes del jardín: el almendro. En los últimos dos o tres años se ha convertido en un auténtico reclamo turístico especialmente durante 15 días; los días que se produce la floración de los almendros que crecen en el parque junto a pinos, olivos e incluso eucaliptos. Algún frutal más, pero nada comparable por número y extensión, con los aproximadamente 1.500 almendros que copan el protagonismo de los visitantes entre mediados de febrero y mediados de marzo, cuando el blanco o blanco-rosáceo tiñen el dosel arbóreo de la mayor parte del jardín. Algunas publicaciones cifran los almendros en alrededor de 6.000. Sea como fuere y dependiendo de la climatología anual, durante los meses previos (enero-febrero) los almendros dan el pistoletazo de salida a la inminente primavera con su floración. Más temprana si no ha hecho mucho frío y algo más tardía si el comienzo de año ha sido propiamente invernal. Bien es cierto que no todos florecen a la vez, de ahí el margen de algo más de dos semanas entre los primeros y los últimos, pero si quieres asegurar la visita, te recomiendo ir a finales de febrero.
Cotorra argentina alimentándose de las flores.
Durante estas dos semanas el parque se convierte en un paraíso fotográfico.
Morriña japonesa
La cultura japonesa tiene una especial veneración por los bosques en general y por la floración de los frutales en particular. Especialmente los cerezos (sakuras) -todo un acontecimiento nacional que celebran practicando el hanami-, pero también los almendros. No en vano, como rosáceas que son, cerezos y almendros tienes flores muy similares. Estos turistas orientales son atraídos por el blanco de las flores en la Quinta de los Molinos como abejas al panal. Morriña, supongo. O hanami madrileño.
Un lugar muy del gusto oriental.
El parque cuenta con calles accesibles.
Flor de almendro.
El parque ofrece un buen contacto con la naturaleza en pleno centro de Madrid.
Otro visitante extranjero, aunque ya «nacionalizado», tiene plumas y vino del otro lado del charco. Los bandos de las ruidosas cotorras argentinas se dejan ver con asiduidad y facilidad durante las semanas de floración de los almendros. Les encanta sus flores. Y lo dejarse ver es literal pues toleran la presencia humana sin ningún problema mientras, ellas a lo suto, van de rama en rama dando buena cuenta de las flores.
El almendral ofrece mil y un rincones para la foto.
Flor y fruto del almendro.
¿Dónde están los almendros?
En la parte sur del parque. Para acceder a la zona principal de almendros os recomendamos entrar por la entrada secundaria de la calle Alcalá (metro Suances) o, mejor aún, por la entrada lateral que da a la calle Miami. El horario de apertura del parque es de 6,30 h. a 22 h.
Una sencilla propuesta en plena ciudad de Madrid que tiene algo de ecoturismo urbano y mucho de observación de la naturaleza. Los almendros en flor se han convertido en un atractivo turístico de carácter naturalista que seduce a partes iguales a vecinos, paseantes y turistas que llegan -incluso en buses- a disfrutar del espectáculo. Aunque esta maravilla albar se concentra en un corto periodo de tiempo, si madrugas o evitas los fines de semana, podrás disfrutarla a tu gusto. Que no solo.
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Entrada por la calle Miami.
Un buen lugar para relajarse.
