Área de Allariz
Puedo afirmar sin temor a equivocarme que Allariz es uno de los pueblos más bonitos de España. Este pequeño municipio, ubicado en la mitad occidental de la provincia de Ourense, da nombre a una de las siete Reservas de la Biosfera en territorio gallego. Los concellos de Vilar de Santos, Rairiz de Veiga, A Bola y Allariz conforman este singular espacio natural y humano con siglos de historia. Con una superficie de 21.842 ha., la Reserva de la Biosfera Área de Allariz merece un lugar de honor entre las joyas paisajísticas a nivel mundial.
Este vasto territorio está conformado por una amplia llanura en la que se encuentra el río Limia, rodeado de un reborde montañoso en el que destaca el macizo granítico de Allariz, por el que discurre encajado el río Arnoia, arteria principal y motor económico de la villa. La mano del hombre juega aquí un papel ya inseparable de su futuro, dentro de un paisaje moldeado por usos y costumbres centenarias. La confluencia de dos grandes regiones biogeográficas —Mediterránea y Eurosiberiana— aporta diversidad y biodiversidad. Un mosaico de hábitats que da cobijo a una extraordinaria riqueza de fauna y flora.
Por la ribera del Arnoia
Pero no hay que alejarse mucho del casco antiguo ―por cierto, declarado Conjunto Histórico Artístico en 1971― para sentir el abrazo de una naturaleza generosa y agradecida. El paseo fluvial del río Arnoia es una magnífica representación de bosque de ribera, compuesto mayoritariamente de alisos, chopos y plátanos de sombra que ofrecen alimento y refugio a numerosas especies de aves comunes. Gorriones, petirrojos, mirlos o arrendajos pueblan las copas de los árboles, mientras ranas y ánades reales reclaman nuestra atención desde la lámina de agua. ¡Un placer para los sentidos!
Varios puentes comunican ambos márgenes del río con sendas que cualquier persona con movilidad reducida puede realizar sin dificultad. Un lugar que invita al sosiego, a la calma, a adoptar el fluir lento del Arnoia entre molinos, saltos de agua, museos etnográficos y parques donde hacer un alto en el camino… Rodar por el paseo fluvial es realizar un recorrido por su historia, un viaje en el tiempo, es empaparse de un legado cultural e industrial que todavía perdura. Merece la pena profundizar en algunos de los aspectos que han marcado el pasado y que de alguna manera siguen tejiendo el presente de esta bella localidad medieval.
Como la producción del cuero, ―una de las más importantes de Galicia―, necesaria en la manufactura de bolsos, arneses, armaduras, fundas y botas para el ejército y la Corte. Una actividad sustentada durante siglos merced a la disponibilidad de grandes cantidades de agua, madera y ganado, elementos importantes en las distintas fases de curtición. Las viejas instalaciones empleadas para estos fines son hoy en día uno de los principales atractivos turísticos de Allariz. Como la Fábrica de Curtidos Familia Nogueiras, el actual Museo do Coiro, una muestra de la magnitud y relevancia de los oficios relacionados con la transformación de esta materia prima. El edificio es accesible en su planta baja, donde a través de paneles informativos y otros recursos ahondaremos en el conocimiento de aquella floreciente industria.
Pero otra de las joyas históricas del municipio data de mucho tiempo atrás. Concretamente del S. XII. El puente románico de Vilanova es una de las postales más fotografiadas de Allariz. Y no es para menos… Perfectamente conservado y rodeado de un entorno idílico, esta obra destaca por su belleza y dimensiones. Y por si su encanto fuera poco, también es posible atravesarlo en silla de ruedas, prosiguiendo si queremos nuestra ruta en la orilla opuesta del Arnoia.
Entre antiguos vestigios y modernas infraestructuras, surge un complejo de 37.700 m2 de agua, sonidos, colores y vegetación. El Festival Internacional de Xardíns, un espacio creativo en el que diseñadores y paisajistas de todo el mundo participan en un concurso anual que atrae a miles de visitantes. Doce piezas cambientes y un marco estructural fijo componen un puzzle didáctico y estimulante, cuya temática es tan variada como la procedencia de sus autores. Un evento de sobra consolidado y un referente por su particularidad: es único en todo el Estado.
Así es la Reserva de la Biosfera Área de Allariz. Naturaleza artificial, naturaleza en todas sus formas… A pesar de la profunda transformación sufrida en las últimas décadas, esta región se presenta como uno de los principales destinos ornitológicos de Galicia, cuyo máximo exponente es la desaparecida laguna de Antela, en la comarca de A Limia. Rodeada por una inmensa planicie en la que se mezclan campos de cultivo y masas arboladas, ya sólo queda el recuerdo de lo que fue. Uno de los mayores humedales de la península Ibérica, que en los inviernos más crudos llegaba a inundar una extensión de 7 km. de largo por 6 de ancho.
Testigos de aquel desastre ecológico son árboles centenarios como la “Carballa da Rocha”, viejos relictos de un tiempo en el que grandes robledales cubrían en su totalidad las fértiles “veigas”. Impresionan las dimensiones de este extraordinario ejemplar, rodeado de otros de porte considerable: 33 metros de alto por casi 7 metros de perímetro, con una edad estimada de 400 años. Medidas que justifican tanto su inclusión en el Catálogo Galego de Árbores Senlleiras como su declaración como Monumento Natural… He tenido la fortuna de abrazar en varias ocasiones a este coloso; de sentir su energía poderosa. Una experiencia realmente inolvidable.
De ruta por la reserva de la biosfera
Desde A Sainza, donde se encuentra el insigne carballo, podemos enlazar a través de pistas de tierra con una de las cuatro rutas que nos van a permitir introducirnos de lleno en los dominios de Antela. Son trayectos largos, pensados para hacer en coche o en bicicleta, ideales por tanto para personas con movilidad reducida. Cada uno de estos trazados lleva el nombre de una especie representativa. La ruta Riparia une los municipios de Bande, Porqueira, Rairiz de Veiga, Sandiás, Vilar de Santos y Xinzo de Limia en una ruta circular de 40 km (ida y vuelta) para la que será necesario disponer de toda una mañana o una tarde.
Aquí es posible observar con facilidad numerosas familias de cigüeñas en las plataformas artificiales habilitadas para ellas. La imagen de las zancudas sobre el tapiz verde y amarillo de los campos en verano es una de las imágenes icónicas de estos pagos. Transportado por el viento, llegará hasta nuestros oídos el arullo dulce y limpio de la rula, la amenazada tórtola europea, que tiene en los prados y pastizales su despensa particular. Por encima sobrevuela el aguilucho cenizo, especialista en medios abiertos. Una tras otra, un variopinto catálogo de aves irá desfilando ante nuestros ojos… El canal principal de la laguna de Antela nos guía hacia el destino final de nuestra aventura, pero antes fijaremos nuestra atención en las idas y venidas de los aviones roqueros, que utilizan las vías de comunicación para instalar sus colonias de cría.
El recuerdo de Antela sigue vivo en la memoria de muchos… Su desecación en los años sesenta es ejemplo paradigmático del poder infractor del hombre. Pero de nuevo una actividad extractiva, en esta ocasión la explotación de áridos, parece haber devuelto la esperanza a los nostálgicos. Un rosario de masas de agua brota tímidamente del subsuelo. Paradógicamente, la labor minera permite la progresiva recuperación del terreno perdido. Mejor dicho, arrebatado.
Las charcas pueden recorrerse gracias a la existencia de pistas transitadas por decenas de camiones que transportan el material de las areneras. Lamentablemente los observatorios ornitológicos instalados no están adaptados, sin embargo, existen algunas zonas libres de vegetación a las que es posible asomarse y obtener una panorámica amplia de las lagunas. El vuelo de los martinetes al atardecer o la algarabía de enormes bandadas de estorninos en sus dormideros se nos quedarán grabadas en la retina para siempre.
Sobre la laguna de Antela se alza la promesa de una restauración parcial… Promesa anunciada por el actual Gobierno de España y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. A falta de datos concretos sobre plazos previstos o actuaciones específicas a desarrollar, la noticia ha sido recibida en la comarca de A Limia con optimismo y cautela a partes iguales… Esperamos y deseamos que muy pronto recobre parte de su antiguo esplendor.