Experiencias

La buitrera de Los Órganos de Despeñaperros

06/12/2017 Autor: Alfonso Polvorinos / El Ecoturista
  • En familia
  • Geología
  • Observar aves

Situación

Jaén

Accesos

La autovía A-4 atraviesa el Monumento natural de los Órganos de Despeñaperros, pero para su visita lo mejor es tomar la antigua N-IV, muy transitada ahora por motos. Existen dos miradores habilitados en el punto más estrecho de los Órganos que ofrecen la mejor panorámica.

Highlights

Las formaciones cuarcíticas y la buitrera de buitres leonados. Posibilidad de avistamiento también de halcón peregrino y roqueros en las rocas, así como águila imperial y buitre negro en vuelo.

Cuando

Todo el año.

Consejos

Para observar más de cerca a los buitres el mejor mirador es el primero que encontramos en la curva viniendo en sentido Andalucía-Madrid. Desde allí se observa una vista frontal del enorme tajo.

El segundo mirador es mejor por la tarde. La distancia hace imprescindible telescopio.

No pases por alto una visita al centro de visitantes del parque natural Despeñaperros «Puerta de Andalucía», en Santa Elena. Ctra. N-IV . Km.257.

El Monumento natural de Los Órganos es uno de los enclaves más relevantes del parque natural Despeñaperros. Sus cuchillares de roca cuarcítica son además un buen lugar para el avistamiento de aves: buitres leonados, halcón peregrino, etc.

 

Y tras el asomo a la espectacular Cascada de la Cimbarra, a la que llegamos atravesando parte del parque natural Despeñaperros (Jaén), solo hay que retornar unos pasos para acceder al monumento natural de Los Órganos ya que, en realidad, siguiendo la carretera de Aldeaquemada se pasa primero por aquí antes de llegar a la cascada jienense. Para ser exacto Los Órganos se ven incluso antes, desde la propia autovía A-4, y mejor aún por la antigua nacional N-IV, pues hay un mirador en una curva situado frente a las cuchillas de piedra llamadas los órganos por su disposición, que le confiere un aspecto de órgano de iglesia. Probablemente es el mirador desde el que mejor se aprecia esta formación geológica de cuarcitas.

Desde la carretera A-6200 al cubrir los primeros 6 kilómetros de los 22 hasta Aldeaquemada, se llega al collado de los Jardines (existe un museo etnográfico cultural). En el collado existe la ruta a pie llamada Sendero del Cerro del Castillo. Se trata de un recorrido de dificultad media (por el desnivel) de apenas 2 kilómetros (1 hora) que en realidad presenta dos tramos, uno en ascenso y otro en descenso desde el cartel informativo.

Sendero del Cerro del Castillo.

El que sube conduce desde el collado hasta el cerro del Castillo (probable asentamiento ibérico) entre encinas, primero y zona aclarada después. Arriba se disfruta de una panorámica sobre la vertiente sur del parque natural y sobre Los Órganos.

El descendente lleva hasta el abrigo natural conocido como la Cueva de los Muñecos (neolítico) que debe su nombre a las numerosas figurillas o exvotos de bronce que los lugareños llaman muñecos (muy expoliados). Desde la Cueva de los Muñecos, Los Órganos quedan a nuestra derecha, en una visión lateral de este desfiladero labrado por el río Despeñaperros que une la meseta con Andalucía a través de las montañas de Sierra Morena. La roca que alberga el abrigo es en realidad parte del monumento natural.

Los Órganos y a la derecha la Cueva de los Muñecos.
Buitre leonado.

El roquedo, por su ubicación y características, es una buitrera, y ahí es donde tenemos una cita con el birdwatching desde alguno de los dos miradores habilitados en la carretera nacional. Durante la visita, serán incesantes las “ruedas” de buitres cicleando en el cielo, a baja altura o posados sobre las cuarcitas. Las mismas rocas donde, a primera hora del día o última de la tarde, se deja ver incluso alguna cabra montés. Cuando alces la vista al cielo, fíjate con atención pues es muy probable que alguno de los buitres en vuelo sea negro, cada vez más presente en la zona. Un buen punto pues para la observación de estas rapaces pero también roqueros, halcón peregrino y con un poco de suerte águila imperial, pronto algún lince o a no mucho tardar algún lobo… ¡Quien sabe!

Monumento Natural de los Órganos de Despeñaperros.
Madroño con sus frutos maduros.

Allí, apostados en el mirador lateral del monumento, prismático en mano y telescopio en trípode, nos acompañan Paco e Inma de la empresa local Iberus Medio Ambiente. Grandes anfitriones. En esos momentos en contacto con las rapaces observamos una hembra de peregrino mientras vienen a mi mente las incontables ocasiones en las que, en mi infancia, pasaba por esta misma carretera con mis padres, rumbo a las vacaciones estivales. Desde crío me llamaron la atención estas columnas rocosas, pero por aquel entonces ni me imaginaba que estaban pobladas de buitres. Con los años, las he ido descubriendo con otro enfoque, el geológico y el de sus habitantes vivos: plantas y animales; disfrutando así el enclave nos solo con sus curiosas formas cuarcíticas sino con el bosque mediterráneo de encinas, madroños, coscojas, enebros, durillos y la presencia de especies más húmedas como los robles quejigos y melojos, que ponen la nota de color en los meses otoñales y que encuentran en el vecino Barranco de Valdeazores su mejor representante y mayor exponente botánico. Los Órganos de Despeñaperros son mucho más que un punto de paso viajero, constituyen parada obligada de camino al Paraíso Interior…

Parque natural Despeñaperros.

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