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Los 10 mejores sitios de España para ver (y oír) la Berrea del ciervo

21/08/2020 Autor: Alfonso Polvorinos
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La berrea del ciervo europeo o ciervo rojo se produce cada año al final del verano y con los primeros días de la entrada del otoño. La segunda mitad de septiembre es la mejor época para observarla aunque puede oscilar alguna semana en función de las lluvias. La llegada de las lluvias puede adelantarla y su ausencia retrasarla semana arriba o semana abajo.

En la Península Ibérica existen diferentes lugares de reputada fama para disfrutar del espectáculo visual y sonoro del bosque mediterráneo, si bien hay que tener en cuenta que este periodo puede retrasarse algo en latitudes más septentrionales y en zonas más altas. Aquí os dejamos con nuestra selección de los 10 mejores lugares para la berrea en España.

Desde mediados de septiembre hasta finales de octubre o primeros de noviembre, dependiendo del año y de la zona geográfica, tiene lugar el periodo reproductor del ciervo.

La berrea del ciervo o venado es el periodo reproductor de la especie, y se conoce con este nombre por el sonido gutural que emiten incesantemente los machos adultos (a partir de 5-6 años) para atraer a las hembras y para expulsar a otros machos rivales de los mejores territorios para la alimentación. Las ciervas permanecen con las crías del año anterior campando por la dehesa en busca precisamente de eso, del mejor terreno para alimentarse. Ofrecérselo de forma segura es tarea del macho, que se hará así con su harén de hembras para reproducirse. Las pocas semanas (2-4) que dura la berrea, los machos no comen, solo braman y defienden activamente su parcela y su harén. Desde el atardecer hasta el amanecer. Extenuante y, en ocasiones, con trágico final para algunos, especialmente los más viejos (a partir de los 9-10 años de vida. Los machos no viven más de 12-13 años en condiciones naturales mientras que las hembras rondan los 20).

En el sur de España, este comportamiento territorial parece más acusado pues al final del verano, son menores las buenas zonas de alimentación y mayor la búsqueda de estos lugares por parte de las hembras. Es el particular juego del “Rey de la Montaña” en el mundo de los cérvidos.

Ciervo persiguiendo a hembra en celo.
Buscando en la ladera.

Los berridos ponen la banda sonora al monte mediterráneo en esta época y cada vez más, atraen, además de a las ciervas, a más visitantes que quieren vivir en primera persona uno de los grandes espectáculos naturales de la naturaleza ibérica. Ponte ropa discreta, coge los prismáticos, guarda silencio y disfruta de nuestra lista de propuestas:

Cabañeros (Ciudad Real)

La Raña del Parque Nacional Cabañeros es sin duda uno de los mejores lugares de la Península Ibérica para ver y oír la berrea del ciervo. Probablemente el mejor. Gracias a las visitas guiadas en 4×4 podemos penetrar en el corazón de la dehesa de Cabañeros para disfrutar de uno de los grandes espectáculos de la naturaleza europea.

La observación se realiza desde el vehículo y en algunos puntos concretos del recorrido se desciende del coche para echar pie a tierra y poner telescopios. La distancia de observación no es tan corta como pudiera parecer pero la ausencia de vegetación permite disfrutar nítidamente del espectáculo. Además, gracias a la abundancia de ciervos, siempre aumentan las probabilidades de tener una observación a corta distancia. Desde el vehículo es más fácil ver a los grandes machos más cerca. No olvides que además de ciervos, el vuelo del buitre negro y del águila imperial pueden convertir, más si cabe, a la jornada en inolvidable.

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Ciervo berreando
El olfato forma parte del celo.

A la berrea del ciervo en Cabañeros dedicamos este reportaje multimedia.

Aller (Asturias)

Las montañas del concejo de Aller, en plena cordillera Cantábrica, son uno de nuestros lugares favoritos. Estos parajes de la Montaña Central (del sur de Asturias) tienen además el componente de los paisajes cantábricos, de los bosques impenetrables -de robles y fundamentalmente hayas- que tapizan laderas de las que emergen cimas de más de dos mil metros de altitud, moles calcáreas y crestones, desfiladeros calizos como el Monumento Natural de las Foces de El Pino o las Foces de Río Aller. Creednos  si os decimos que ya sólo el acceso a los puntos de observación ya bien valen la pena; las panorámicas desde los altos y collados, caminar por el hayedo, abrirse paso por los prados bajo el tintineo de los cencerros de las vacas… una delicia y una experiencia en sí misma.

Observador en los paisajes cantábricos de Aller.

Aquí los ciervos se ven quizá algo más lejos que en otras partes, pero el penetrante sonido de la berrea se escucha mejor que en ningún sitio, amplificado por los cuencas altas de los valles en los que se desarrolla el espectáculo. Algo parecido ocurre en otros enclaves asturianos como Somiedo o Redes.

Aquí, en las partes altas de los valles del río Braña o San Isidro, Aller y de otros pequeños valles secundarios regados por ríos y arroyos tributarios, los sonidos de la berrea retumban a gran volumen gracias a las características topográficas de estos valles, que actúan como cajas de resonancia para la banda sonora del otoño. Bendita orografía.

El concejo cuenta con una interesante plataforma online de gestión de la berrea:

Los machos entrechocan las cuernas en peleas que pueden llegar a ser mortales.

Alto Campoo (Cantabria)

La Cordillera Cantábrica es un buen lugar para ir a escuchar la berrea. También para ver los incesantes escarceos de los ciervos ladera arriba y ladera abajo. Caprichos de la naturaleza, la alta vegetación parece querer poner la censura a las imágenes en estas montañas. Pero hay un magnífico enclave cántabro para escuchar la berrea… y también verla: las montañas de Alto Campoo (Cantabria).

Esta porción de la cordillera Cantábrica es una de las mejores zonas no sólo para escucharlo, sino para observarlo. Las hembras, más confiadas, tienen menos problema en dejarse ver pero en pocos sitios de la cornisa Cantábrica se pueden observar tan de cerca a los enormes venados como en Alto Campoo (Cantabria), en las montañas donde nace el Ebro (y el Nansa, y un afluente del Pisuerga…). El mejor enclave para observarlo es en las alturas del Circo de Alto Campoo. Desde el mirador (aparcamiento) de la Fuente del Chivo las panorámicas sobre el valle de Polaciones y Saja-Nansa –otros magníficos enclaves para la berrea- son envidiables. También sobre los más retirados Picos de Europa.

Berrea del ciervo.

A esta experiencia de fauna dedicamos una de nuestros reportajes.

Alto Campoo, Cantabria.
Imposible terminar mejor el día. Al fondo las siluetas dentadas de Picos Europa.

Sierra de Andújar (Jaén)

El Parque natural Sierra de Andújar es probablemente el mejor lugar de Andalucía para ver y escuchar la berrea. Al menos es de nuestros favoritos en tierras andaluzas. Desde las pistas que recorren el parque se puede ver muy bien la berrea (y la ronca del gamo). Una de las más populares es la pista pública de La Lancha. Aquí es posible tener observaciones muy cercanas pero bien es cierto que la cantidad de personas y coches suele ser importante por lo que si buscas calidad en la experiencia de observación te recomendamos hacerlo a través de empresas de ecoturismo. Ellas conocen muy bien el terreno y enclaves más “apartados”, en muchos casos dentro de fincas particulares a las que tienen acceso.

Macho descansando en la sierra de Andújar.

Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén).

Junto a Cabañeros, los dos lugares más célebres para la berrea. La fama de Cazorla se debe en gran parte a la figura del naturalista Félix Rodríguez de la Fuente, quien escogiera a estas montañas jienenses para el rodaje del episodio dedicado a la berrea del ciervo en la popular serie televisiva “El Hombre y la Tierra”. Aquello fue un antes y un después para Cazorla, su mejor campaña de marketing. Con el paso de los años Cabañeros tras su declaración como parque nacional (1995) ha ido tomando el relevo en popularidad aunque cada año miles de personas acuden a Cazorla en busca del gran espectáculo sonoro ibérico. Existen algunos puntos especialmente idóneos para la observación. Probablemente el más solicitado sea el mirador Félix Rodríguez de la Fuente, a orillas del embalse de El Tranco.

Barco solar en el embalse de El Tranco.

También es posible observarla desde el barco solar de El Tranco en un crucero con salidas orientadas a este fin. Desde tierra o desde el barco, las orillas del embalse de El Tranco son el mejor enclave para observar la berrea (y sobre todo escuchar). También es posible disfrutar de la ronca del gamo.

Extremar las precauciones a primera y última hora del día por la carretera que bordea el embalse ya que es fácil cruzarse con estos animales.

Las orillas del embalse son el mejor enclave para observar la berrea en Cazorla.

Sierra del Boumort  (Lleida)

La sierra pirenaica del Boumort, en el mejor enclave en Cataluña para la berrea. Se trata de una Reserva Nacional de Caza ubicada en el Pallars Jussá. Esta montaña calcárea cuenta con una extensa masa forestal que ofrece buena cobertura y seguridad a los ciervos, pero también hace que en ocasiones su contemplación no sea tan clara como en otros enclaves más abiertos. Existen empresas autorizadas para rutas en 4×4.

Se trata de un espacio natural protegido que incluye las sierras de Boumort, Carreu, Cuberes y Batsacans, en la ribera izquierda del Noguera Pallaresa.

Sierra del Boumort

Esta sierra es de los pocos lugares en la península Ibérica en la que se reproducen los cuatro buitres de la fauna europea: buitre negro (de reciente introducción), buitre leonado, alimoche y quebrantahuesos. Sin duda un aliciente más (aunque en berrea los alimoches han migrado).

 

Monfragüe (Cáceres)

El parque nacional extremeño cuenta con una buena población de cérvidos. En ocasiones la densa cobertura de monte mediterráneo impide verlos con claridad pero en otras zonas más abiertas y en orillas de embalses y ríos se ven con gran facilidad; tanto que se acercan sin pudor a los miradores. Por supuesto también se disfruta de su presencia en las zonas de dehesa.

Ciervos en el parque nacional Monfragüe.

Un destino que no podía faltar por méritos propios en esta lista de sugerencias. Un par de recomendaciones: cuando se acercan a la carretera o algún mirador no dar de comer a los animales nunca pero desde luego mucho menos en época de berrea. La berrea se disfruta muy bien desde los abundantes miradores repartidos por el parque nacional (conducir con precaución).

Lo más recomendable –el valor añadido de una visita guiada siempre cambia la experiencia por completo- es realizar la actividad con alguna de las empresas locales que desarrollan la actividad de berrea en fincas particulares.

Al igual que en Cazorla, en Monfragüe puede disfrutarse la berrea desde un barco. El Barco del Tajo cuenta con salida especial de berrea navegando por la Reserva de la Biosfera, en las mismas puertas del parque nacional. Una perspectiva diferente.

No hay que olvidar que en Monfragüe alberga la mayor densidad mundial de buitre negro, otro espectáculo en sí mismo la presencia del ave con mayor envergadura alar en Europa.

Los Alcornocales (Cádiz)

En este vasto parque natural andaluz, la experiencia de ver (y oír) la berrea no te deja indiferente. Bosque mediterráneo dominado por el alcornoque – a diferencia de otros enclaves propuestos como en el caso de Monfragüe o Cabañeros, donde la protagonista es la encina- y rincones de enorme belleza son el marco donde los ciervos se rinden al amor. Y no es un alcornocal cualquiera, es el mayor de España.

Los Alcornocales cuenta con una población muy numerosa de venados, alrededor de 30.000-35.000 ciervos. Existen diferentes empresas privadas que realizan visitas guiadas en vehículos 4×4 y a pie para observar la berrea. Las realizan desde media jornada hasta con estancia en alojamiento rural y no son pocas las propuestas de senderismo nocturno guiado para la berrea (y la ronca). Dos de las mejores zonas para la berrea son el Marrufo o el puerto de Gáliz.

Ciervas en un claro del bosque (coto). Doñana.

Doñana (Huelva-Sevilla)

El parque nacional Doñana es uno de los enclaves más recomendables por varios motivos. En primer lugar por la facilidad con la que se observa la especie y en segundo lugar por la enorme biodiversidad paralela que alberga esta emblemático espacio natural andaluz. Además se añade el componente del paisaje en el que tiene lugar la berrea, muy diferente al resto de los propuestos en esta lista: la vera.

Durante el día los ciervos permanecen en el interior del bosque, en el coto. Al ser un bosque de pinos resulta sencillo encontrar a los ciervos bajo la sombra del pinar. A pesar de contar con sotobosque de lentiscos, palmitos, etc. no es complicado observarlos, pero sin duda es al llegar la tarde o en las primeras horas del día, cuando el avistamiento es mucho más placentero. Esto se debe a que cambian de ecosistema y salen a la vera, la zona de transición entre el coto y la marisma. La vera es un terreno abierto, mucho más despejado de vegetación, de forma que la experiencia de ver los ciervos berreando y enzarzados en sus peleas se realiza en un horizonte diáfano. Maravilloso.

Por si fuera poco, esta zona de la península cuenta con una nutrida población de lince, así que quien sabe si al caer la tarde a la espera de que los ciervos comiencen su actividad no tenemos un encuentro con el gato clavo…

La vera ofrece fantásticas opciones de observación en Doñana.

Sierra de la Culebra (Zamora)

Territorio lobero por excelencia, la presencia del cánido salvaje posibilita el disfrute de una berrea especialmente relevante. La sierra de la Culebra cuenta con una población de ciervos que ronda los 2.000 ejemplares. Abundantes, existen lugares de los propuestos en esta lista que poseen mayores densidades pero a diferencia de otros sitios, el lobo hace que en la Culebra existan ciervos de mayor tamaño y más fuertes. Con cuernas mayores consecuentemente. Los mayores ciervos de España muy probablemente. Se debe a que el lobo regula de forma natural la población de ciervos, eliminando por un lado a los débiles y enfermos e influyendo en la genética de los ciervos de forma que se tiende a ejemplares más robustos. La selección natural sabe cómo hacer…

Ciervo común en la linde del pinar.

Los lindes de los bosques de roble y pino son magníficos lugares para ver los ciervos al caer la tarde, cuando salen a terreno despejado. La extensa cobertura de matorral –tan buena para el lobo- permite no obstante una buena visión de los ciervos. La presencia del lobo ibérico y la posibilidad de observarlo mientras disfrutamos de la berrea (o al revés) convierten a la observación en La Culebra en algo diferente. De la interacción entre lobos y ciervos da buena muestra este breve video que grabamos en julio 2020 de unos lobos de cacería…

Afortunadamente a lo largo de la piel de toro tenemos infinidad de lugares para observar la berrea (Sierra Madrona y Valle de Alcudia, Serranía de Cuenca, Sierra de Aracena y Picos de Aroche, Despeñaperros, Somiedo, etc.) pero la lista sería interminable. Lo bueno es poder elegir…

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