Paisajes de la Serra de Tramuntana
Spoiler: Conocer la Serra de Tramuntana desde el nivel del mar hasta sus cumbres es algo que crea adicción. Y es que este rincón balear, emblema montañero de estas islas mediterráneas, seduce y cautiva desde el primer minuto. Por panorámicas, por clima, por gastronomía, por historia y, por supuesto, por su naturaleza.
Te invito a descubrir los paisajes de la cara norte de la Sierra a través de esta selección de rutas. ¿Hay que elegir? Mejor no, planifica varios días de estancia y degústalas una a una. Valen mucho la pena.
La Serra de Tramuntana tiene su origen geológico en la Orogenia Alpina, tras el choque ocurrido hace unos 8 millones de años entre la Placa Tectónica Africana y la Placa Tectónica Europea y las posteriores elevaciones que dieron lugar a otros sistemas montañoso con los que comparte origen, como los Pirineos, los Alpes o las Béticas. Estos cabalgamientos están compuestos por materiales rocosos de naturaleza carbonatada, de edades comprendidas entre el Triásico inferior y la actualidad y que vienen sufriendo (y lo siguen haciendo) la erosión mediante procesos kársticos que disuelven la caliza. Recientes estudios han demostrado que hace 247 millones el aspecto nada tenía que ver con el actual. La sierra por supuesto no existía, y el paisaje estaba ocupado por grandes ríos y llanuras de inundación con un clima tropical.
Pero a través de esta experiencia vamos a conocer la geología desde el punto de vista del paisaje, incorporando el resto de elementos naturales y antrópicos.
Ruta de Muleta
Precioso recorrido circular que, siguiendo las marcas del Sendero de Gran Recorrido 221 a su paso por esta zona del municipio de Sóller, transita en buena parte por trazado empedrado por la Vall dels Tarongers y las tierras de Muleta -que fueron otorgadas por el rey Jaime I al vizconde de Bearn en el siglo XIII, después de la Conquista-. Desde el nivel del mar, la ruta se adentra por la garriga donde crecen romeros, aliagas, arrayanes y diversas especies de orquídeas, y árboles como algarrobos, pinos, encinas y, sobre todo, olivos. Entre algunos de los lugares más representativos, el recorrido pasa por el refugio de Muleta (antigua estación de telégrafos que funcionó entre 1912 y 1944) y por el far des Cap Gros. Menudo emplazamiento el de este faro y su panorámica sobre la bahía de Sóller.
Aunque fuera del trazado de aproximadamente 6 km (2 h.), destaca la existencia en la zona de la torre más grande de Mallorca: Torre Picada (año 1622), dominando un acantilado de 160 metros de altura y la cueva de Muleta, célebre por sus registros fósiles (musarañas, lirón común, ferreret, etc.). La cueva de Muleta es uno de los mejores y más prolíficos yacimientos de Myotragus balearicus, una extinta especie de cabra que habitaba Mallorca, Menorca, Cabrera y Dragonera.
Y te invito a que accedas al inicio de la ruta de una forma sostenible, gracias al único tranvía existente en Baleares que une Sóller y el Puerto de Sóller.
Camino de los Pintores
Deià es y ha sido siempre un pueblo de artistas. El propio emplazamiento y disposición urbanística es ya una postal. Conociendo el ambiente que aquí se respira y el entorno de esta localidad de privilegiada ubicación en la vertiente norte de la Serra de Tramuntana, no es de extrañar que cuente, entre sus más afamadas rutas, con una bautizada como Camino de los Pintores. Y no es raro por tanto que no dudáramos en incluirla en esta selección de visitas a la Sierra.
Recorriendo este Camino transitarás por el trazado que ha servido (y sirve) de inspiración a múltiples artistas pictóricos. Actualmente la ruta seduce también a cámaras fotográficas y teléfonos móviles. Ocho kilómetros circulares, con inicio y final en Deià (3 h.), que ofrecen la posibilidad de darse un baño en el mar que tantas obras de arte ha inspirado.
Camino del Archiduque
El archiduque Luis Salvador de Austria es otro de tantos enamorados de la isla. El archiduque está íntimamente ligado a la historia de la Tramuntana y considerado precursor turístico de Mallorca. Uno de sus principales recuerdos es el vertiginoso sendero que mandó construir entre Deià y Valldemossa a finales del s. XIX empleando la técnica tradicional de la pedra en sec. Y no lo hizo por el trazado más fácil, pero sin duda sí el más espectacular, por la parte más elevada de sus fincas, con miradores de primer orden y panorámicas que cortan la respiración.
Un tramo realmente impactante es el que une El Mirador de ses puntes y el refugio de S’arxiduc (Valldemossa). Este tramo atraviesa la Montaña del Buitre. Llegados a este punto es momento de mencionar que visitamos la Serra de Tramuntana para la realización de este reportaje en compañía de Martín Bestard y su empresa Martin’s Walks. Martín lleva años vinculado al turismo responsable de naturaleza, algo que plasma a la perfección en su empresa. Martin’s Walks es una empresa ecoturística local, de Deià, que practica verdadero ecoturismo, el que se identifica también con nuestros principios. Y la Montaña del Buitre es un buen ejemplo de ello, pues colabora en el proyecto de custodia del territorio que aquí se desarrolla y los ecoturistas que realizan la ruta con esta empresa local, contribuyen a la conservación mediante la compra de productos elaborados en la Finca Son Moragues, que van desde el aceite, aceitunas, ginebra, miel, etc.
Camino del Escolta
Muchos metros más abajo este trazado, menos exigente que el tramo aéreo del Archiduque, enlaza una serie de miradores colgados directamente sobre las azules aguas del Mediterráneo. No lleva más de una hora recorrer este sendero circular en el municipio de Valldemossa, idóneo para concluir al atardecer en el mirador natureWacth. Ahí el tiempo se congela y la puesta de sol y los momentos posteriores en los que cielo y mar se funden en una paleta de colores indescriptible, no se guardan en la tarjeta de memoria, sino que van directos al corazón.
Por la parte alta de la Tramuntana
Para conocer la parte alta de la sierra, una magnífica opción es conocer la Finca Son Torrella, gestionada por la Fundación Tramuntana XXI, otro magnífico ejemplo de custodia de territorio el que se desarrolla con gran éxito en la finca más elevada de la isla, entre paisajes donde la roca va ganando protagonismo, y crecen bosques de encina y peonías. Esta finca está emplazada a los pies del Puig Major, el techo de Mallorca.
Son Torrella es un ejemplo de gestión sostenible basada en conservación, formación e investigación. Es también una ventana a las rapaces que sobrevuelan la sierra, con el buitre negro como máximo estandarte en el que no faltan los buitres leonados o el águila-azor perdicera.
Como en el resto de itinerarios, la interpretación que Martín hace como geógrafo que es, ayuda enormemente a comprender los diferentes pisos altitudinales de la sierra, su geología, la flora asociada y la fauna que en ellos vive. También el elemento humano integrado indisociablemente en el paisaje de la Tramuntana.
Entre viñedos
La viña es, junto al olivar, el otro gran paisaje antrópico presente en la Sierra. En este particular menú ecoturístico hemos dejado para el final esta imperdible propuesta para relajar un poco las piernas mediante su excursión Hike & Wine. La ruta combina una tranquila marcha senderista para conocer el viñedo y las excelencias paisajísticas de la finca privada Son Vich de Superna con una cata de los excelentes vinos que esta bodega, muy comprometida con la sostenibilidad, produce.
Y así, brindando por todo lo vivido tras unos días en la Sierra, confirmamos nuestras sospechas y caímos rendidos a este Patrimonio de la Humanidad y al ecoturismo bien practicado. Regresaremos.