Internacional

Cráter del Ngorongoro

08/01/2020 Autor: Alfonso Polvorinos
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Situación

Tanzania

Accesos

Al Cráter del Ngorongoro se accede desde Arusha en unas 2 horas y 30 minutos por la carretera hasta Karatu, ciudad que sirve de principal puerta de entrada al Área de Conservación del Ngorongoro. Karatu está a 10 minutos de la puerta de control de acceso a Ngorongoro y Serengeti.

Highlights

Los Big Five (Cinco Grandes), especialmente los grandes leones macho de melena negra y el rinoceronte negro. La acumulación y variedad de fauna en el interior del cráter.

Cuando

Aunque se pueden realizar safaris en el cráter del Ngorongoro durante todo el año, la mejor época es desde enero-febrero a mayo, que es época seca entre las lluvias cortas y las lluvias fuertes de mayo-junio. El cráter está verde y florido.

En la época más seca, julio-octubre, el cráter está muy polvoriento y la visibilidad empeora (a tener en cuenta por ejemplo en el caso de los rinocerontes si aparecen a larga distancia).

Consejos

  • Protege el equipo fotográfico en todo momento del polvo. Recomendable una óptica como mínimo 300 mm. y prismáticos 8×40.
  • El safari: No se puede acceder al cráter sin vehículo 4×4. Al tratarse de safari  de un día, lo mejor es hacerlo siempre a través de agencia de viajes local pues cuentan con guías y conductores expertos, buenos conocedores de la zona. Fundamental para sacar el máximo partido al safari.

Lo más recomendable es contratar todo el viaje de antemano. Una magnífica opción es la agencia de viajes especializada Ecowildlife Travel.

En el borde del cráter existen un par de lujosos alojamientos. En Karatu la oferta es mucho mayor. Por nuestra experiencia, una magnífica opción de alojamientos en Tanzania es Tanganyika Wilderness Camps,  que en la zona de Ngorongoro cuentan con el Ngorongoro Farm House y Farm House Valley

Con 25.000 animales viviendo de forma permanente en el fondo del cráter, la mayor concentración estable de vida salvaje del planeta, un safari fotográfico en el Ngorongoro es lo más parecido a pasar un día en el Arca de Noé.

 

El cráter del Ngorongoro se emplaza en uno de los bordes del gran valle del Rift. Hace millones de años, fruto de la actividad tectónica y volcánica que originó este enorme valle –el más largo del planeta- que se extiende desde Mozambique hasta el Mar Rojo, tuvo lugar una serie de explosiones volcánicas que colapsaron varios de los cráteres de la región conocida como Tierras Altas del Cráter (Oldenai, Olmoti, Loolmalasin, Empakaai, Oldoinyo Lengai y Ngorongoro).

El cráter del Ngorongoro es una gran caldera de 20 kilómetros de diámetro.

Algunas teorías científicas hablan en el pasado de un Ngorongoro como un pico de más de 6.000 m. de altura, superior incluso a la actual altitud del Kilimanjaro (5.896 m.), pero la mayoría de tesis hablan de un edificio volcánico de una altura estimada entre 4.500-5.800 metros. Hace unos 3 millones de años, las explosiones volcánicas colapsaron esa estructura geológica y el cráter se derrumbó adquiriendo la actual morfología de una caldera, que es en realidad lo que el visitante observa. Los bordes del cráter quedaron en torno a los 2.400 metros y seiscientos metros más abajo, a 1.800 m. de altitud, las cenizas volcánicas cubrieron la superficie plana que actualmente constituye su fondo. El Ngorongoro es pues una inmensa depresión volcánica de fondo plano bordeado por una crestería circular de 20 km. de diámetro. Las cenizas volcánicas y las diferentes escorias y material piroclástico se encargaron de aportar una alta fertilidad que ha permitido el crecimiento de la selva en los bordes del cráter y de generosos pastos en el fondo de la caldera. Una inmensa sartén que alberga, gracias a la biodiversidad de hábitats que contiene, la mayor cantidad estable de fauna salvaje del planeta.

Cebras de Burchell.

El interior del Ngorongoro

Esa vasta caldera volcánica encierra un continente en miniatura. Parece haber sido diseñado por la mejor mano para albergar una pequeña muestra de todo cuanto podemos encontrar en el continente negro. Un cúmulo de ecosistemas y hábitats desde el bosque lluvioso que cubre sus bordes exteriores hasta las llanuras, manantiales, lagos salados y dulces, y bosques de su interior.

Hiena manchada y rinoceronte negro.

¡El cráter del Ngorongoro alberga la mayor concentración de vida salvaje por kilómetro cuadrado del planeta! Así de rotunda es la experiencia que ofrece una visita a este mágico lugar, lo más parecido a pasar un día en el arca de Noé.

En el fondo del cráter vive la mayor concentración estable de fauna del mundo.
Leones buscando la sombra del coche de safari.

Los que si entran y salen son sus animales, que se mueven libres dentro del Área de Conservación del Ngorongoro –el cráter ocupa tan sólo el 3% de un área que incluye varios volcanes más y la garganta de Olduvai (Oldupai)-, así como los pasillos naturales con el Serengeti y Tarangire. Sólo los enormes machos de elefante permanecen todo el año en el interior del cráter. En total 25.000 animales han convertido el fondo del cráter en su morada. Algo más de una treintena de rinocerontes negros (no hay blancos) y alrededor de 60-80 leones, encabezan una lista con leopardos, ocasionales guepardos, hienas, chacales, servales, y ocasionalmente gatos dorados africanos y perros salvajes, entre otros carnívoros. Se calcula una población de hienas moteadas en torno a casi 400 individuos. El Ngorongoro está relacionado directamente con el ecosistema Serengeti-Mara y la migración anual de 2,5 millones de ñus, cebras y gacelas, de forma que el cráter posee una importante fauna de herbívoros: 7.000 ñus, 4.000 cebras, 4.000 búfalos, 3.000 eland y 3.000 gacelas (Thomson y Grant). Sorprende la ausencia de jirafas, topis e impalas, y completan la lista de fauna más de 500 especies de aves censadas en el Área de Conservación. En época migratoria las praderas de la reserva reciben 1,7 millones de ñus, 260.000 cebras de Burchell y 470.000 gacelas.

Pareja de avestruces. Al fondo, flamencos en el lago de agua salada Magadi.

Las principales zonas de observación recorridas de forma habitual en los safaris fotográficos que se realizan en el interior son: el bosque de Lerai (acacias amarillas), los manantiales (springs) de Ngoitokitok y Seneto, las planicies, las zonas húmedas (swamps) de Gorigor y Mandusi, y el lago alcalino Magadi.

Hipos en una de las zonas de pic-nic.

En verano cobra especial relevancia la Hipo pool, la piscina de hipopótamos en Mandusi swamps; agua fresca para todos y un magnífico lugar para la observación no solo de hipopótamos sino de aves acuáticas e infinidad de mamíferos que acuden en esta época a saciar su sed. Por la planicie circundante se mueven columnas de ñus y cebras, así como nutridas manadas de búfalos. La presencia de búfalos es algo reciente ya que solo se instalaron aquí cuando los maasais, pueblo al que pertenecen estas tierras y que gozan del derecho de poder practicar la ganadería y el pastoreo con sus rebaños en el Ngorongoro, se instalaron definitivamente en la parte superior del cráter. Actualmente hay unos 4.000 búfalos que se benefician, como el resto de fauna, de agua fresca abundante, pastos y sustrato con sales minerales. Los búfalos son especialmente abundantes en época de lluvias.

Hipo pool en el manantial Mandusi.

Entre las aves acuáticas destacan diferentes especies de ardeidas (garzas, garcillas, garcetas), espátulas africanas, cigüeñas de pico amarillo, pelícanos, etc. y el siempre llamativo pájaro martillo (hummerkop).

Mandusi Swamp es un buen lugar para observar aves.
Leopardo en el Bosque de acacias amarillas de Lerai.
Acacias de Techo en el borde del cráter.

En el lago Magadi los pelícanos y miles de flamencos que llegan a concentrarse en diferentes épocas del año y una nutrida población de hienas, que parece haberse especializado en la caza de estas aves zancudas cuando descansan en las aguas saladas y someras del gran lago central. No es raro pues ver algo tan inusual en otros lugares como llamativo, la caza de flamencos por parte de las hienas.

Hiena moteada.
Grullas coronadas con sus pollos.

Existen un par de zonas donde poder bajar del vehículo. Son áreas de picnic, pero cuidado con los milanos negros, son maestros en lanzarse en picado sobre la comida y no dudan en arrebatarla de la mano, sobre todo en el área de Ngoitokitok. Lo peor no es que te dejen sin bocadillo sino que fallen en el intento y te hagan una herida en la mano con sus afiladas garras. Cuidado. Ngoitokitok es por otra parte un buen lugar para observar hipopótamos.

Manada de búfalos.

La planicie

Hay leones sin melena (asiático), leones blancos (población albina de Sudáfrica fundamentalmente), leones devoradores de hombres (los más famosos fueron los de Tsavo, en Kenia, donde existen también en Samburu), e incluso leones trepadores (los más célebres son los del lago Manyara en Tanzania e Ishasha en Uganda), pero los más espectaculares y fotogénicos son los grandes machos de melena negra del Ngorongoro. El cráter ofrece la oportunidad de verlos. Y muy cerca como podéis comprobar en este video cuando acuden a los vehículos en busca de cotizada sombra.

León de melena negra.

El Ngorongoro es también considerado por muchos como el mejor spot (lugar) de África para ver rinocerontes negros. Por supuesto no faltan en buen número los ñus y las cebras de Burchell. En las llanuras se mueven a sus anchas entre la hierba el avestruz masai, la avutarda de Kori y otras grandes aves como los buitres de Rüppell, en ocasiones alguna pareja de buitre egipcio, pájaros secretarios y grullas coronadas grises. En las inmediaciones del cráter vive el 25% de la población mundial del buitre de Rüppell, que acude a diario a la gran caldera para alimentarse desde zonas vecinas como la garganta Olkarien, también dentro del Área de Conservación del Ngorongoro.

En el Ngorongoro viven alrededor de un treintena de rinocerontes negros. No hay blancos.
La aridez y el polvo se adueñan del fondo del cráter en verano.
Elefantes saciando su sed.

Si a esto le añadimos que en el interior del cráter viven los Big Five (león, leopardo, búfalo, elefante y rinoceronte), el enclave de menores dimensiones en donde es posible observarlos, seguro estamos ante una de las experiencias en la naturaleza de África por excelencia.

Selva en las laderas exteriores del cráter.
Facóquero.
Macho de avutarde de Kori con plumaje nupcial.
Familia de leones dominando la planicie.

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