Experiencias

Son Fideu, el hogar europeo del alimoche

19/03/2020 Autor: Alfonso Polvorinos
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Accesos

El acceso más recomendable es desde el Poblado de naviformes de Son Mercer de Baix, en Ferreríes.

Highlights

Alimoche común, que cuenta en Menorca con la mayor densidad europea y en el barranco de Son Fideu uno de los mejores spots para su observación.

Cuando

Todo el año.

La población de alimoches comunes de Menorca es sedentaria, por lo que no migra y está presente todo el año.

Consejos

Os recomendamos hacer la actividad a través de la empresa local Jeep Safari Menorca y sus guías.

En cuanto a alojamiento, la isla cuenta con una buena oferta. Si os alojáis en Mahón el hotel Port Mahón (Seth) es una buena opción por su compromiso con la sostenibilidad. Set Hotels cuenta con varios establecimientos en diferentes puntos de Menorca y peretencen a Greenseth («Stay in Green»).

El barranco a Son Fideu no cuenta con miradores acondicionados, así que mucha precaución con los asomos a los cortados.

Islas Baleares Sostenibles. Conoce las acciones que se desarrollan en Baleares gracias al ITS, al Impuesto del Turismo Sostenible.

La finca Son Mercer de Baix produce Quesos Mahón-Menorca. No pases por alto la oportunidad de visitar su tienda y adquirir este producto con Denominación de Origen Protegida.

Los barrancos del sur de Menorca, como Son Fideu, se encuentran entre los mejores enclaves mundiales para la observación de alimoches comunes. La población menorquina de alimoches, con 52 parejas (2018), es sedentaria –por lo que se puede ver todo el año- y representa, probablemente, la mayor densidad de Europa.

Desde la década de los 90 la presencia de alimoches comunes en Menorca -miloques como aquí se les conoce-, ha gozado de excelente salud (exceptuando un año de descenso poblacional a 37 parejas en 2000); llegándose a alcanzar en 2010 las 51 parejas territoriales, número que se ha mantenido hasta las 52 parejas reproductoras en 2018. De hecho tal y como anunció el Consell Insular de Menorca en 2019 un estudio de 2018 apunta a que la población de alimoches en esta isla balear se encuentra saturada, ya que los ejemplares existentes han copado los hábitats y el alimento disponible.

Alimoche común sobrevolando el barranco.

Estos datos apuntan a que estamos muy probablemente en el mejor lugar para la observación de alimoche (miloca) no solo en España, sino en el continente europeo en términos de densidad. Teniendo en cuenta que el alimoche es una especie considerada “en peligro” a nivel mundial (y europeo), y también en España, donde figura en el “Libro Rojo de las Aves”, esta experiencia de fauna supone un spot de primer nivel mundial que puedes disfrutar en este video.

El alimoche común en Baleares

En Baleares la miloca se encuentra catalogada como especie “vulnerable” gracias a su buen estado de salud en Menorca. Es en diferentes barrancos y acantilados marinos -sobre todo de la mitad occidental de la isla y especialmente en los municipios de Ciutadella y Ferreríes-, donde encuentra su hábitat idóneo de cortados rocosos para la cría y pinares que usan en algunos lugares como dormidero. Los dormideros más importantes se encuentran en el Barranco de Algendar, Punta S’Escullar, Falconera y el Barranco de Sa Cova. En relación geográfica directa con este último se haya el Barranco de Son Fideu.

Barranco de Son Fideu.

La disponibilidad de alimento ha llevado a la especie a ser residente (es decir sedentaria, no migra al continente africano como ocurre con la población peninsular) y a alcanzar una población muy alta. La explicación probablemente resida en la gestión sostenible del territorio como Reserva de Biosfera y está en relación directa con la ganadería –vacas menorquinas y frisonas y caballos menorquines fundamentalmente- pues su principal alimento es la carroña y placentas de mamíferos, aunque también anfibios y reptiles muertos, así como insectos que encuentran en los excrementos de los herbívoros.

Menorca cuenta con gran cabaña ganadera, importante para la presencia de alimoches.
Alimoche en el barranc Son Fideu.

Si hay alimento disponible no es preciso migrar y pueden por tanto pensar en reproducirse con éxito. Así lo demuestran los datos, pues al hecho de establecerse como especie sedentaria, se une que las cifras normales de su éxito reproductor son que, en números redondos, el 80% de las parejas reproductoras intentan criar (la edad reproductora la tienen en 6-7 años), sacando adelante al menos un pollo en el 70% de los casos. El mantenimiento de estos números desde 2005 e incluso declives puntuales en la tasa reproductora apuntan hacia que la población de alimoches en Menorca ha llegado a su máximo. España alberga aproximadamente el 10% de la población mundial de alimoche (unas 1.500 parejas reproductoras en nuestro país; 1.490-1.567 según censo oficial SEO 2018); la población balear supone apenas el 3,5% de la nacional pero no tiene rival en términos de densidad.

Naveta en Son Mercer de Baix.

Los alimoches presentes en Baleares son de la misma especie que la continental, el alimoche común (Neophron percnopterus). No así los alimoches canarios o guirres, considerados una subespecie del alimoche común (Neophron percnopterus majorensis).

Ausente de Ibiza, Formentera y el archipiélago de Cabrera, la especie se consideró extinguida en Mallorca hasta el año 1993 cuando crió una pareja (actualmente la presencia es muy baja y localizada en la parte norte de la mayor de las Baleares). Menorca, en cambio, parece ser el paraíso elegido por la especie, hasta el punto de contar con la mayor densidad de España, y muy probablemente del continente europeo. Baleares y Canarias poseen las únicas poblaciones de alimoche sedentarias de Europa.

Por el interior del barranco.
Poblado Son Mercer de Baix.
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Alimoche común adulto.
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Barranco de Son Fideu, en Ferreríes.

Barranco de Son Fideu

Ligado geográficamente al Barranco de Sa Cova y muy cerca del Barranco de Algendar, se localiza este pequeño pero impresionante escarpe calizo en el municipio de Ferreríes. No conocía de su existencia hasta que, de la mano de la empresa local Jeep Safari Menorca, y buscando una Menorca diferente, llegué una tarde de febrero a la parte alta del barranco. La toma de contacto no pudo ser mejor, a través del poblado talayótico de Son Mercer de Baix, con su naveta dándonos la bienvenida. El terreno horizontal cubierto de vegetación nada hacía pensar que, de pronto, un pequeño claro a modo de mirador natural dejaría ver bajo nuestros pies esta espectacular grieta caliza. De nuevo Menorca me apuntaba directamente al corazón con sus recursos naturales fuera de la belleza escénica de sus calas. De nuevo una postal.

Acceso al poblado talayótico Son Mercer de Baix.
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Menorca cuenta probablemente con la mayor densidad de alimoches de Europa.
Observación de alimoches en Son Fideu.

Tras el primer encuentro visual con el cañón y tomar consciencia del privilegio de poder observar alimoches en invierno, era el momento de comenzar a buscar al más pequeño de los buitres presentes en nuestro país, el protagonista que nos había traído hasta este lugar. Y no se hicieron rogar. Los de más rápida localización, los ejemplares en vuelo. Hasta cinco compartiendo térmica (cuatro adultos y un joven), y pronto empezamos a localizar otros individuos apostados en los cantiles, vigilando su hogar. Estimamos media docena de parejas entre el constante ir y venir sobre el intenso cielo azul de Son Fideu aquella tarde. También algún águila calzada en vuelo virtuoso sobre nuestras cabezas. Y así, embelesados se nos fue el día a la par que el sol caía sobre nuestras espaldas, tornando a naranja las blancas rocas calizas de las paredes del barranco.

Rueda de alimoches adultos y joven en una térmica sobre el barranco de Son Fideu.
Joven descansando en el borde de la repisa caliza.

Verdadero ecoturismo

Y no quería despedir el reportaje sin una recomendación importante: además de realizar la actividad contratando servicios profesionales de empresa local ¿cómo hacer que esta experiencia de turismo de observación responsable sea un poco más ecoturística? la respuesta es sencilla y deliciosa. Para acceder al barranco de Son Fideu a través del poblado talayóico es preciso atravesar la finca Son Mercer de Baix, donde se elaboran Quesos Mahón-Menorca, con Denominación de Origen Protegida. Pues ya sabéis, una parada indispensable para probar y adquirir productos locales cuya producción incentiva el trabajo y desarrollo local.

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